ANÁLISIS DE CULTURA
El IVA, la pesadilla para la industria cultural
Por Marta G. Bruno
2 min
Cultura18-07-2012
La cuerda está muy tensa y a punto de romperse. Mientras el mundo del espectáculo espera ansiosa la Ley de mecenazgo que evite que sea inviable seguir produciendo gracias al aporte de fondos privados, una nueva barrera deja en entredicho que la cultura tenga un hueco, al menos de momento. El aumento de 13 puntos en el IVA de los espectáculos (desde el 8 al 21 por ciento) hará que, según la red de teatros públicos, se pierdan 12 millones de espectadores al año. Se reducirán de forma drástica los conciertos, los festivales y demás eventos musicales, o eso advierte la Asociación de Promotores Musicales de España (APM). Y eso que en el año 2011 los datos de facturación mejoraron gracias a la oferta de festivales musicales que, unidos al buen tiempo, forman el cóctel perfecto para que el 50 por ciento de los asistentes sean extranjeros. Si a la subida del IVA se suma el 10 por ciento de canon por derechos de autor que pide la SGAE, haría que las entradas se dispararan y los espectadores extranjeros prefirieran, en una gran mayoría, o quedarse en casa o visitar festivales más económicos. Los CD y DVD, una industria que ha perdido en ventas un 75 por ciento en una década, se gravará al 21 por ciento. Los museos también se las verán para mantener las visitas, aunque de la subida se libren los grandes museos. Los pequeños tendrán que elegir entre asumir el alza o subir los precios de las entradas. Hay que recordar que la drástica subida del IVA en los productos culturales en España la sitúa en el ranking de las mayores alzas de Europa. En Portugal la subida fue del 13 por ciento y aun siendo menos acusada que la española, el país ha perdido un 45 por ciento de consumo de actos culturales en lo que va de año. En Francia, sin embargo, el IVA para los servicios culturales se mantiene en el 5,5 por ciento. La entrada del cine nos valdrá un euro más. Un musical valdrá unos ocho euros más y al precio actual de una obra de teatro habría que añadirle unos cuatro euros. Sólo un respiro en este mar de subidas impositivas. El gravamen superreducido del 4 por ciento se mantiene para libros, periódicos y revistas. Eso sí, por comparar, Irlanda e Inglaterra no los grava. El varapalo a la industria cultural era de esperar, más vale subir el ocio que los huevos o el pan. Estuvo bien vivir del Estado (unos más que otros), de la fácil y tranquilizadora subvención. Ahora toca buscarse la vida, y no será fácil.
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Marta G. Bruno
Directora de Cultura de LaSemana.es
Licenciada en Periodismo
Estudio Ciencias Políticas
Trabajo en 13TV
Antes en Intereconomía TV, La Razón y Europa Press