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EL REDCUADRO

Un seleccionador con corona

Fotografía

Por Antonio BurgosTiempo de lectura3 min
Opinión17-06-2012

Pregúntenme lo que quieran sobre la equipación de la selección nacional de fútbol (me niego a decir "La Roja"). Sé más que nadie sobre camisetas rojas con listas amarillas porque ando ocupado en un rescate. Igual que la Alemania de la Merkel rescata nuestros bancos chungaletas, yo he de rescatar algo en Alemania. Concretamente en Munich, donde el Bayern. Allí vive mi nieto Philipp, desde que mi hijo Fernando tuvo que cantar la nueva versión de "El Emigrante" de Juanito Valderrama que entonan tantos titulados superiores de su generación. Y mi nieto está allí entusiasmado con Mario. Por partida doble. Con el Super Mario de sus juegos de la consola Nintendo, en los que es un virtuoso, y con Mario Gómez, el hispano-alemán o germano-hispano del Bayern y de la selección alemana. Para mi nieto, que Super Mario sea un "crack" es como si viera en la tele a su héroe de la consola marcando goles. Por lo que, obviamente, su padre ha tenido que comprarle la equipación futbolística blanquinegra de Mario. Qué admiración no tendrá por Super Mario, que hasta se ha quitado su querida camiseta del Betis de las grandes ocasiones para cambiarla por la elástica blanca germana. Y aquí viene mi rescate. Mi rescate consiste en comprarle una equipación de la selección nacional española, para que se la ponga con todo orgullo patrio cuando venga de vacaciones a Tarifa. Y aquí viene también mi especialización en equipaciones. Mi hijo me ha advertido:- - Que la camiseta sea la oficial de 2012, ¿eh? Que ponga Adidas y que sobre el escudo tenga una estrella, porque, si no, seguro que Philipp no la quiere... Y ahí vino mi extrañeza en el conocimiento de la indumentaria de la selección. Cuando España ganó el Mundial, recibió dos honores heráldicos. Para la camiseta de sus jugadores, sobre el escudo nacional, una estrella dorada, que parece nombre de cerveza. Una estrella horrorosa, de cinco puntas, que sobre el rojo de la elástica suena a bandera comunista china o a cosa de Fidel Castro o del alcalde de Marinaleda. No fue el único honor heráldico. España también recibió una corona. Una corona de marqués para su seleccionador: el cacofónico título de "Marqués de Del Bosque" que S.M. el Rey concedió a don Vicente del Bosque González el 3 de febrero de 2011, "en reconocimiento a su gran dedicación al deporte español y la contribución al fomento de los valores deportivos". Así que, en verdad, en la camiseta que voy a comprarle a mi nieto tendría que haber una estrella y una corona: la estrella de los seleccionados y la corona del seleccionador. Pero Del Bosque, ay, no usa su título ni aunque se lo mande la FIFA. Parece que le da vergüenza ser marqués. Creo que regalan un viaje para dos personas a la final de la Eurocopa a quien demuestre que ha oído que un comentarista deportivo, un narrador de partidos, un jugador o un aficionado se hayan referido a don Vicente como el Marqués de del Bosque. ¿Será que eso de Marqués de del Bosque les suena a los siete enanitos, aibó, aibó, al Bosque a trabajar? ¿O a viejo chiste de Perich: "Cuando el bosque se quema, algo suyo se quema, señor marqués"? ¿O será un título sólo para nosotros los tartajosos, querido Pepe Oneto, con esa encasquillada repetición "de-del": "Marqués de Del Bosque"? De...de...donde se infiere que en España nos dan vergüenza nuestras tradiciones. ¿Se imaginan que la Reina de Inglaterra hubiera creado Duque de Hodgson al seleccionador británico? ¡La lata que nos darían los ingleses con su duque entrenador¡ Aquí tenemos un marqués seleccionador y nos da vergüenza decirlo, no vaya a ser que en vez de La Roja vayamos a ser La Facha. O será que quien de verdad vive como un marqués es Pep Guardiola. Y ése ya se ha ido.

Fotografía de Antonio Burgos

Antonio Burgos

Columnista del diario ABC

Andaluz, sevillano y del Betis

** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor