Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE ESPAÑA

Las amistades peligrosas de Rajoy

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España19-03-2012

Zapatero no tenía mayoría absoluta y en su última época le vimos mendigar apoyos en el Congreso para sacar adelante sus iniciativas. Buscaba entre los nacionalistas que cada vez le ponían más caros los votos conscientes de su debilidad. España llegó a tener un presidente del Gobierno literalmente secuestrado. Atrapado entre su imposibilidad de entenderse con el PP y el ansia nacionalista sin límites de PNV y CiU que, una vez más, gozaban de un poder en Madrid que no se habían ganado en las urnas. El PP criticó todo eso con dureza desde la oposición. Pero ahora ha recurrido con entusiasmo a los brazos de CiU. Ara Rajoy també parla català cuando de lo que se trata es de legitimarse ante las duras medidas anticrisis que ya ha adoptado y que seguirá adoptando. Y ese fin es recíproco. "Tu me apoyas en Madrid con la reforma laboral y yo te apoyo a ti en Cataluña con el copago farmacéutico", por ejemplo. Pero además el PP pasa de ser un partido marginal en esa comunidad, excluido ante notario por Artur Mas o por el Tripartito y su pacto del Tinell, a ser una formación necesaria y reconocida. CiU se dio cuenta de que su enemigo en Cataluña no era precisamente el PP, que ya no come en la caseta del perro, sino que se sienta con el resto en la mesa. También en el País Vasco hace tiempo que el PP se entiende mejor con el PNV que con el PSE, su socio de Gobierno. Pero eso seguramente no sea culpa de los populares. Casi a diario ven cómo los socialistas vascos prefieren cortejar a la izquierda abertzale que corresponder a quienes deben el privilegio de gobernar en esa comunidad. De una forma u otra, la relación de Rajoy y Basagoiti con Urkullu es fluida. Saben que puede ser el próximo lehendakari y por tanto el único capaz de impedir una victoria de Batasuna y sus socios en esa comunidad. El PNV también ha entendido que su enemigo tampoco es el PP. Hoy todos parecen luchar por el frente común que es la crisis. Pero donde ahora el precio es apoyar el copago farmacéutico, mañana será el pacto fiscal. Donde hoy el PNV es un freno a Batasuna y un posible apoyo en Madrid, mañana puede ser el impulsor de ¿un nuevo estatuto para Euskadi? ¿Medidas con los presos de ETA?. Entonces el PP volverá a tener un problema si no se quiere ver otra vez sólo. O secuestrado. Los nacionalistas nunca dejan de ser lo que son.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio