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De paraíso fiscal a paraíso fiscal, ‘y tiro porque me toca’

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía06-04-2002

Ni Hacienda ni el Banco de España fueron conscientes de que el Banco Bilbao Vizcaya (BBV) poseía varias cuentas y sociedades en paraísos fiscales hasta que, en el año 2001, la propia entidad, ya fusionada con Argentaria, las liquidó y sacó los beneficios a la luz por las presiones de su nuevo copresidente, Francisco González.

El antiguo Banco Vizcaya puso los cimientos de la estructura exterior del BBVA en 1987, cuando abrió una cuenta secreta para recoger los beneficios de una operativa de autocartera gestionada por cuatro sociedades ubicadas en el paraíso fiscal de Jersey (Reino Unido). En 1991, y a raíz de la fusión con el Banco Bilbao, el BBV unificará esta idea mediante la constitución de la Amelan Foundation en otro paraíso fiscal, Liechtenstein, a la que irán a pasar los ingresos procedentes de la ya extinta autocartera. Amelan Foundation recibe, en un período de nueve años, dos patrimonios no registrados por las cuentas del BBV: el de UBS Zurich y el Soperatchimie. Mientras tanto, en octubre de 1998, BBV vuelve a Jersey para constituir el Trust T.532 y su correspondiente sociedad, Sharington Company Inc., con el objeto de guardar beneficios por la compraventa de acciones. Entre 1998 y 2000, la Sharington efectuó dos pagos a Concertina N.V., una sociedad que hizo llegar este dinero hasta Venezuela, donde contribuyó a la financiación de la campaña electoral del actual presidente, Hugo Chávez. Parte de los fondos de la sociedad de Jersey llegaron hasta Estados Unidos, donde el entonces presidente del BBV, Emilio Ybarra, suscribió 22 planes de pensiones en Alico. Según Ybarra, los fondos de pensiones se crearon para proteger al banco mexicano Bancomer de una oferta de compra por parte de la entidad Banamex. Esta técnica de defensa es bastante endeble, puesto que el capital de los fondos sólo hubiera cubierto el 0,5 por ciento de Bancomer, y además su fragmentación hubiera dificultado las gestiones. Asimismo, la inspección del Banco de España señala que, cuando Ybarra abrió los planes de pensiones, “todavía faltaba más de un mes para el anuncio de la oferta de Banamex”. El BBV liquidará toda esta estructura tras su fusión con Argentaria. El nuevo copresidente de la entidad, Francisco González, exigió la regularización de las cuentas antes de firmarlas a su colega Ybarra. De este modo, 225 millones de euros surgieron de la nada en la contabilidad del 2000 del BBVA.

Fotografía de Gema Diego