ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Política
Por Almudena Hernández
2 min
Sociedad20-11-2011
Las elecciones generales han demostrado a que veces es imposible despegarse de la agenda informativa. La prensa española habla estos días de muchas cosas pero, sobre todo, de política. Los comicios han centrado la atención de los medios, pero también de los mandatarios de los países europeos y de los mercados. Decir que la política no interesa es no querer preocuparse por las personas. Sólo hay que observar los datos de participación: se supera el 70 por ciento. Aunque los porcentajes de participación han descendido (también habría que tener en cuenta que la población que podía ejercer su derecho al voto es más numerosa en estas elecciones que en las últimas generales), en España la política sigue interesando. Y, parece que en el ejercicio de ese derecho, los españoles son un ejemplo a seguir. En otros países europeos la participación suele ser mucho menor. Por eso, más de tres décadas después de la Constitución, los españoles parecen haberse acostumbrado a las connotaciones democráticas que conlleva la palabra "política". Es decir, que el ciudadano puede (y debe) participar en los asuntos públicos, que no son otra cosa que esas cuestiones que repercuten en la vida diaria de todos y cada uno. Al margen de los titulares fáciles de vencedores y vencidos, blancos y negros, éxitos y fracasos que vienen emparejados a los comicios, la política llega a cada rincón del mapa en forma del precio de las patatas, las tarifas de la luz, becas para poder estudiar o atención sanitaria. Decir, a estas alturas, que a los españoles no les interesa la política equivale a que el ser humano reniegue de su personalidad. Pues, en última instancia, los políticos deben recordar que aquello a lo que dedican sus días es, simplemente, a ocuparse de las personas.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo