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ROJO SOBRE GRIS

Memoria electoral

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura2 min
Opinión21-11-2011

Lo recuerdo como un ritual, aunque se trataba más de un hábito, de curiosidad; hasta de responsabilidad ciudadana quizás. A mediodía, las urnas. Por la noche, pegados al televisor, aquel mapa de España que siempre se tornaba de color rojo como si no pudiera ser de otra forma una vez más. El lunes por la mañana, la prensa. La memoria política de toda mi infancia y primera juventud está teñida de victorias socialistas. No conocí otra cosa. La primera vez que el Partido Popular conquistó la confianza de los españoles yo ya tenía derecho al voto, había terminado dos carreras y empezaba a trabajar. Nunca pudo significar para mí el regreso de una “derechona” a la que jamás había conocido. Yo sólo había vivido el monopolio socialista perpetuado por las generaciones anteriores a la mía. De su inexperiencia democrática, de su temor al cambio, de su ingenuidad y de sus ideales, el poder establecido abusó sin límites con aquel “que viene el lobo”, convirtiendo el pasado en un fantasma amenazante que siempre se encarnaba en el rival político. Muy sucio. La victoria del PP fue la liberación de la única realidad que yo había conocido. Para mí, “el lobo” estaba desenmascarado, era puro presente en caída libre hacia abusos de poder, discursos maniqueos, corrupción y dilapidación de los valores con los que nuestros padres habían conquistado nuestro presente y nuestro futuro, votasen a quien votasen. Creo que pude reconocer sin prejuicios la frescura y novedad de aquellos políticos, jóvenes, inteligentes, preparados y valientes, y la urgencia de un cambio renovador y con futuro y proyecto. Creo que aprender a cambiar es síntoma de madurez, y algo tan importante como el de saber conservar. Pero también creo que ambos siguen siendo desafíos en nuestro país. Cambiar por cómo suena el bolsillo es legítimo, y hasta sensato, pero sigue siendo insuficiente. Hoy el rojo sobre gris es azul porque “la bolsa no sona”. El PP sólo gana en situaciones dramáticas así. Apasionante camino el que nos queda por recorrer.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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