ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
Cuando las barbas de tu vecino veas pelar...
Por Isaac Á. Calvo
1 min
Internacional31-10-2011
Ya lo dice el refrán: "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar... pon las tuyas a remojar". Esto es lo que debe de estar pensando el presidente de Siria, Bashar al Asad, después de ver lo que le ha ocurrido a su homólogo libio Muamar el Gadafi. El líder sirio también afronta peticiones de reformas democráticas y aplica la mano dura contra los opositores (hay cifras que apuntan a que más de 3.000 personas han perdido la vida durante la represión ejercida por los poderes estatales). Sin embargo, el derrocamiento y muerte violenta de Gadafi parece haber hecho mella en Al Asad. Este en una entrevista a una publicación británica reconoce que su Gobierno ha cometido errores durante los últimos meses, pero dice que las cosas han cambiado. Pese a todo, no debe estar muy seguro cuando advierte de que una intervención extranjera en Siria desestabilizaría toda la región y afirma que la situación desembocaría en un nuevo Afganistán. Ciertamente, Siria está en un lugar estratégico y muy sensible. Aun así, Al Asad debería saber que no todo vale a la hora de hacer política. La opresión, tarde o temprano, siempre acaba pasando factura. Hasta la fecha, la comunidad internacional se ha limitado a condenar, de palabra, los excesos sirios (no muy diferentes de los cometidos por Gadafi). A partir de ahora, como la operación en Libia ha terminado, los países que auspiciaron los ataques contra el régimen libio quizá fijen su atención en Siria. Razones no les faltarían. Las causas son muy similares, pero las consecuencias, eso sí, pueden ser distintas. Habrá que ver, por tanto, si son capaces de arriesgarse para detener la sangría siria.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD