ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
Gadafi, el fondo y las formas
Por Isaac Á. Calvo
2 min
Internacional24-10-2011
Muamar el Gadafi ya es historia. Los rebeldes han acabado con su vida y cantan victoria. No es para menos, paso a paso, han ido conquistando territorio y venciendo a los partidarios del régimen, que, de paso, cada vez eran menos. Era la crónica de una victoria anunciada, sobre todo si se tiene en cuenta que contaban, desde febrero, con el apoyo de la todopoderosa OTAN. La Alianza Atlántica ha desempeñado un papel fundamental en la resolución de esta revolución. Si no hubiera sido por sus bombardeos, la contienda se hubiera alargado aún más. Y eso que ocho meses, es mucho tiempo e inversión. Sea como fuere, tanto los opositores como la OTAN han conseguido el objetivo de derrocar a Gadafi. Ahora queda saber si ambas partes querían que el dictador muriera de la forma en que lo ha hecho. Todo parece indicar que Muamar el Gadafi fue ejecutado a sangre fría, cuando estaba indefenso, después de ser capturado. Seguro que cuando él estaba en el poder también cometía este tipo de atrocidades con la oposición. Sin embargo, dado que la OTAN está implicada en la guerra y se ha pintado como "buenos" a los rebeldes, deberían haberse cuidado más las formas. Gadafi, por muy criminal que fuera, merecía un juicio con garantías, aunque, después, el tribunal considerara que debía ser condenado a muerte, como pasó con Sadam Husein. Por cierto, es curioso que todos los que en su día protestaban por lo de Iraq estén callados con todo lo que ha pasado en Libia. Gadafi ha pecado de ingenuo. Después de ver lo ocurrido en Túnez y en Egipto lo lógico hubiera sido actuar de otra forma y apostar por reformas democráticas. Además, tuvo la mala suerte de que a la comunidad internacional le interesaba deshacerse de él. Sí, los mismos que hasta hace poco le reían sus excentricidades y miraban para otro lado con sus abusos (como actualmente hacen con la brutal represión del régimen sirio contra los opositores). Ahora habrá que estar pendientes de las políticas que adopta el Consejo Nacional de Transición y si cumplen las expectativas que se han puesto en ellos. De todos modos, tampoco conviene hacerse grandes ilusiones no vaya a ser que dentro de un tiempo haya que acordarse del refrán "más vale malo conocido que bueno por conocer".
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD