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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Ahora toca tragarse las palabras

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional05-09-2011

Dice el refrán que el hombre es dueño de sus silencios y esclavos de sus palabras. Sin embargo, este dicho no parecen conocerlo en la política ni en otros muchos ámbitos. En los últimos meses hay tres ejemplos flagrantes que retratan, en este sentido, a los líderes internacionales. Allá por febrero, cuando estaban en auge las manifestaciones populares pidiendo cambios en el mundo musulmán, se dijo que los ataques de la OTAN para derrocar al régimen de Muamar el Gadafi iban a durar pocas semanas. Siete meses después, con millones de euros invertidos por los aliados, con cientos de muertos y con los llamados daños colaterales, la situación no se ha solucionado. Es cierto que los rebeldes, apoyados por la todopoderosa Alianza Atlántica, han avanzado significativamente durante las últimas semanas y controlan gran parte de Libia. Aun así, los leales a Gadafi resisten y no se sabe exactamente dónde está el ahora dictador y antes aliado de Occidente. Mientras tanto, los máximos dirigentes mundiales buscan cómo tutelar la transición libia para que no se les vaya de las manos. Habrá que estar atentos a ver qué pasa con Gadafi y hacia dónde tiende el nuevo gobierno que se forme en el país, no vaya a ser que se dirija al islamismo radical. Otro ejemplo flagrante es la actuación de la Comunidad Internacional ante Siria. Hace meses se anunció que iban a mirar con lupa la actuación del régimen de Bashar al Asad contra los opositores y que se tomarían medidas si fuera necesario. Estas, de momento, se limitan a sanciones económicas y a amenazas verbales. Todo ello, a pesar se que la represión gubernamental siria se ha cobrado la vida de cientos de personas y las organizaciones de derechos humanos han denunciado numerosas matanzas indiscriminadas y atrocidades. A simple vista, no parece que existan muchas diferencias entre este caso y lo que se reprochaba a Gadafi. Un tercer ejemplo es lo ocurrido con Dominique Strauss-Khan. El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) tuvo que dimitir después de que fuera acusado de abusar sexualmente de una camarera en un hotel de Nueva York. La mayoría de los medios de comunicación, de los políticos y la opinión pública condenaron a Strauss-Khan de antemano. Es cierto que este ya había tenido líos de faldas con anterioridad pero también lo es que en esta última denuncia había detalles que no cuadraban, por lo que Strauss-Khan o no era muy listo o era un montaje. Ahora el juez del caso ha dejado en libertad sin cargos al ex mandatario del FMI porque tiene dudas en el testimonio de la denunciante y porque no hay pruebas concluyentes. Solo dos personas saben lo que realmente ocurrió en la habitación del hotel neoyorquino -incluso es posible que Strauss-Khan no sea inocente-, pero si se cree en la Justicia, muchos deberían pedirle disculpas.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD