ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Movimientos y masas
Por Almudena Hernández
2 min
Sociedad13-06-2011
Dicen que se ha disuelto la acampada de los indignados de la Puerta del Sol de Madrid. Dicen que sólo que quedan "a título personal" unos pocos. Dicen, eso sí, que han dejado un punto de información en el corazón de la capital española, para difundir noticias sobre el movimiento 15-M: sobre cómo continúa la iniciativa en Internet y en las asambleas de los barrios. También dicen que a partir de ahora harán acampadas itinerantes y que la indignación se manifiesta en cada persona. Una de las lecciones que ha impartido el movimiento 15-M ha sido demostrar a la sociedad el poder que tiene la masa. Aunque las filosofías son distintas, hace un tiempo, cuando aún parecía posible encontrar "brotes verdes" en la economía española, surgió una iniciativa bajo el lema "Esto lo arreglamos entre todos". La cosa no fue a mayores, principalmente porque quienes lo proponían viven en un casoplón y desconocen lo que es hacer piruetas para llegar a fin de mes. También, desde hace ya un buen puñado de años, otros osados decidieron plantar su tienda de campaña en las inmediaciones del Palacio de la Moncloa, residencia del presidente del Gobierno. Y resulta que aquellos hombres que se habían quedado sin empleo, con el caer de las hojas del calendario, también se quedaron sin cobertura medíatica y con sus tristes enseres de acampada. El movimiento 15-M invita a hacer muchas reflexiones, pero también una: el hombre, ser único y con personalidad propia, cambia muchísimo cuando está inmerso en la masa. Es evidente que el individuo, cuando forma parte de un conjunto, actúa como quizás nunca lo habría hecho en solitario. De ahí que algunos movimientos, que comienzan como una respuesta sana a una realidad, acaben a la deriva. Las masas son impredecibles y un puntito irracionales. Por eso más de un listo aprovecha para manipularlas.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo