ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Para una tesis doctoral
Por Almudena Hernández
2 min
Sociedad29-05-2011
Las acampadas de los denominados "indignados" y su posible estrategia de comunicación bien podrían dar lugar a una tesis doctoral. Si nos centramos en esto último, a simple vista ya aparecen algunas hipótesis de trabajo. Pero, antes de nada, establezcamos un contexto para trazar el estudio. El movimiento 15-M y las demandas de una democracia real tienen unos principios muy pegados a la realidad. Es cierto que muchos ciudadanos lo están pasando mal y que el sistema democrático funciona mal en demasiadas cosas. Sin embargo, y ahí es donde tiene cabida la reflexión de estas líneas, las formas que se están utilizando muchos de los manifestantes contradicen esos principios tan ciertos. Resulta cuanto menos chocante querer acabar con un sistema al mismo tiempo que se le está usando. Dicho de otro modo: la democracia que levanta tantas quejas permite, no obstante, manifestarse libremente. Una comparación demagógica: algunos dictadores llegaron al poder legitimados. La reflexión continúa por el que sería el objeto de estudio de una tesis doctoral en el ámbito de la comunicación: quienes se están manifestando desde el 15 de mayo en las plazas españolas están siguiendo unas pautas muy precisas para hacer llegar su mensaje. En la retórica clásica, al elaborar un discurso, primero se busca el qué decir, en este caso, que la democracia no funciona, que debe ser real. El siguiente escalón estaría en cómo decirlo. A saber: buscar una estructura y unos medios para decirlo, que en este caso concreto vendrían a ser los ciudadanos que hacen de portavoces, siguiendo unas indicaciones muy precisas. Y, finalmente, habría que añadir el envoltorio retórico y los recursos estilísticos. Un envoltorio que, en ocasiones, pasa por el silencio. No comunicar también comunica. Observen el modo de comunicar, cuando lo hacen, que tienen los portavoces del movimiento 15-M. Dicen ser los encargados de informar sobre las decisiones que se toman en las asambleas, pero al mismo tiempo aseguran que no representan a nadie, que son ciudadanos anónimos. Se sirven de la prensa para hacer llegar su mensaje, pero cuando los periodistas les preguntan por su opinión personal se cierran en banda y alegan que no dirán nada que no les transmita la asamblea. ¿Es que en la democracia real no existen los individuos capaz de expresarse individual y libremente? ¿Es que las mayorías a las que se opusieron a la hora de dar el voto al PP o al PSOE sí que valen para dar forma a las palabras de los portavoces y organizar las comisiones con las que funcionan los indignados? ¿Todavía no hay nadie a quien se le haya ocurrido hacer una tesis doctoral sobre todo ello? Sería una verdadera pena.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo