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ANÁLISIS DE DEPORTES

Un tarado anda suelto en MotoGP

Fotografía

Por Alejandro G. NietoTiempo de lectura2 min
Deportes15-05-2011

La integridad física de todos los pilotos de MotoGP corre un mayor peligro desde que el año pasado Marco Simoncelli debutara en la máxima categoría del motociclismo. Ese piloto que camina por el paddock provocando las sonrisas ajenas con su peculiar look de bufón, sufre una auténtica mutación al montarse sobre la moto, a cuyo lomo cabalga los circuitos dando rienda suelta a sus instintos psicópatas. Resulta difícil encontrar un piloto que no haya denunciado la excesiva agresividad que despliega el italiano sobre la pista. Pocos son los que se han librado de sufrir algún susto al ver por el retrovisor a Simoncelli, a quien le encanta jugársela con maniobras inusualmente violentas y tretas que con frecuencia sobrepasan lo antideportivo. Tan peculiar personaje podría incluso resultar gracioso, como sucedió con Vinnie Jones en el fútbol. Sin embargo, teniendo en cuenta las sustanciales diferencias que existen entre el motociclismo y el deporte rey, la situación se torna mucho más seria. Los históricos malos del balompié se cargaron muchas rodillas, pero el daño que puede hacer un loco a 300 kilómetros por hora es notablemente mayor. No era de extrañar, por tanto, que en la previa del Gran Premio de Francia, Jorge Lorenzo, harto del peligro que entraña para todos la forma de conducir de Simoncelli, le recriminara al italiano su comportamiento en plena rueda de prensa, lo que desembocó en una acalorada discusión pública. Pero si alguien pensaba que el villano de la película era Lorenzo, los vaticinios del español se cumplieron en la carrera, donde otra insensatez de Simoncelli provocó la caída de Dani Pedrosa, quien se rompió la clavícula y podría perderse varias carreras. Poca duda cabe de que este chaval del este de Italia es un auténtico tarado. Si aún no están convencidos y necesitan pruebas audiovisuales, vean lo que le hizo a Héctor Barberá en 2008. Lo peor de todo esto es la sensación de injusticia que se queda al ver los exiguos castigos que recibe este insensato. Igual que Vinnie Jones se pasaba varios partidos sin jugar cada vez que lo expulsaban por cometer una entrada criminal, quien pone en riesgo la salud de sus rivales de esa manera debería ver unos cuantos grandes premios desde su casa. Solo con sanciones de ese tipo llegará a concienciarse de que no puede actuar así. Pero mientras los mandatarios consienten y Simoncelli se jacta de su forma de pilotar, el que seguirá la próxima carrera por la televisión será Pedrosa. Y tal vez vea al bufón de MotoGP mandar a otro compañero a la enfermería. Ojalá no haya que lamentar accidentes mayores antes de que alguien se decida por fin a pararle los pies.

Fotografía de Alejandro G. Nieto