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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

¿Atacamos Siria?

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional25-04-2011

¿Atacamos Siria?, esto es lo que deberían de estar preguntándose los líderes mundiales que están auspiciando los ataques para derrocar a Muamar el Gadafi. Como era de esperar, la decisión de bombardear a las tropas de Gadafi y de apoyar a los rebeldes libios podía sentar un peligroso precedente. Y más teniendo en cuenta las ansias de democracia (o, al menos, del fin del autoritarismo) que se están extendiendo por muchos países musulmanes. En Túnez, la revolución fue pacífica. En Egipto, la inacción del Ejército hizo que no hubiera gran derramamiento de sangre. En Libia, el apoyo de los militares al régimen ha desencadenado cruentos combates. La brutal represión ordenada por Gadafi llevó a Francia a liderar una operación militar internacional, respaldada por la ONU, que todavía está activa pero que no está dando los resultados previstos. Viendo los casos anteriores y la actitud adoptada por los principales actores mundiales, es normal que los movimientos opositores se estén frotando las manos, mientras que los gobiernos totalitarios andan con gran cautela, no vaya a ser que sean los siguientes en caer. En Siria, Bachar el Asad está usando la llamada "teoría del palo y la zanahoria". Por un lado, aprueba tímidos cambios para tratar de apaciguar las peticiones de reformas que le hace su pueblo. Por otro, ordena reprimir brutalmente las manifestaciones opositoras. En solo dos días se han registrado decenas de muertos y cientos de heridos. El Gobierno sirio está haciendo un peligroso equilibrio que parece que solo busca ganar tiempo (y ya se sabe que, en la mayoría de los casos, el tiempo es el olvido) para intentar contentar a la oposición y a la Comunidad Internacional. De momento, la balanza se está inclinando hacia la brutalidad, por lo que todo hace pensar que la situación va a empeorar. Si esto ocurre, la Comunidad Internacional y, sobre todo, los que apoyan los ataques a Libia corren el riesgo de ponerse en evidencia.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD