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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

La diferencia entre clase turista y 'business'

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional10-04-2011

Los eurodiputados vuelven a estar en boca de todos. En esta ocasión, se han empeñado en enseñar a los ciudadanos la diferencia entre la clase turista y la business. Y todo de forma intensiva, en solo unas horas. En plena crisis, los parlamentarios europeos han rechazado la propuesta para dejar de volar en business y hacerlo en clase turista. La noticia corrió como la pólvora, sobre todo en países como España, gracias a las redes sociales. Es cierto que volar en preferente es más cómodo y se disfruta de más espacio, pero seguro que a los diputados comunitarios no les pasaría nada si, dada la actual coyuntura, viajaran en turista (los vuelos continentales no suelen durar más de cuatro horas). Sería una manera de dar ejemplo y de estar más cerca de la gente, que curiosamente es quien les vota. Los eurodiputados han elegido un mal momento para tomar esta decisión. Posiblemente, en otra época, este asunto hubiera pasado desapercibido, pero ahora la población está muy sensible. No solo por la crisis económica, sino también porque hace unas semanas una parlamentaria denunció que algunos de sus compañeros en el Parlamento Europeo acudían los viernes a su puesto de trabajo solo para fichar y cobrar una dieta que ronda los 300 euros. Esta cantidad se suma a un sueldo mensual que se aproxima a los 6.000 euros y al que hay que sumar otros pluses. Los políticos se sorprenden de que haya altos índices de abstención en las elecciones, pero son ellos los que cada vez están más alejados de la población. En el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), publicado a principios de abril, la clase política es la tercera preocupación de los españoles, solo por detrás de la crisis económica y del paro. Estas dos últimas están muy relacionadas, por lo que podría decirse que los políticos son la segunda preocupación. Evidentemente, en líneas generales, no hay que dudar de la aptitud y dedicación de los miembros del Parlamento Europeo, pero, al menos en el caso de España, una parte de la opinión pública tiene la sensación de que los eurodiputados españoles son los que sobran o estorban a sus respectivos partidos nacionales. Los políticos españoles están haciendo méritos para lograr el desencanto de la población. Ésta se está empezando a hartar de que sus representantes estén cada vez menos preparados, vivan como en una burbuja y defiendan más los intereses particulares que los generales. Y todo ello, con unas elecciones autonómicas y otras generales en menos de 12 meses.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD