ANÁLISIS DE ESPAÑA
Se busca candidato... para la oposición
Por Alejandro Requeijo
3 min
España03-04-2011
No es lo mismo anunciar que tu etapa sólo durará ocho años el mismo día en el que ganas tus primeras elecciones, que hacerlo a falta de un año para unos comicios, con todos los sondeos en contra y la mayoría de tu propio partido pidiéndote que lo dejes. Lo primero es coherencia, lo segundo simplemente es que no te quedaba más remedio. Esa es la razón por la que Zapatero llevaba un tiempo barruntando la decisión que por fin hizo pública ante su Comité Federal. El ex profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de León fue la persona que inesperadamente devolvió la esperanza al socialismo ganando dos elecciones generales seguidas cuando el destino parecía tenerles reservada una larga travesía en el desierto. Por eso, aunque la Historia tendrá la última palabra, durante un tiempo abundarán los elogios a Zapatero como el recuerdo nostálgico de éxitos que ya parecen demasiado lejanos. Pero el modo de irse es la evidencia de que la valoración de su etapa acaba con un suspenso. Por mucho que haya anunciado su renuncia con cierta elegancia, sin histerismos y sin ningún ánimo de querer seguir controlando el partido como sí hicieron Felipe y Aznar. Claro, que el presidente ya sabe que apoyar a algún candidato en la sucesión, más que un respaldo, podría ser una faena. En las primarias madrileñas se demostró que, desde hace tiempo, en el PSOE lo rentable es decirle "no" a Zapatero . Si el PSOE tuviese que poner un cartel para buscar el candidato ideal sería algo así como: "Se busca candidato para liderar el PSOE en las próximas elecciones generales. Que suponga una ruptura con el zapaterismo. Con capacidad para hacer frente a los retos del futuro y, en concreto, la situación económica. A ser posible una cara nueva, que aporte aire fresco, pero con la autoridad suficiente para manejar un partido que promete turbulencias internas en los próximos meses. Alguien capaz de, en menos de un año, dar la vuelta a los sondeos que otorgan mayoría absoluta al PP. Alguien capaz de permanecer al menos cuatro años en la oposición. Abstenerse Leire Pajín". Aunque los socialistas son especialistas en sorpresas y tapados, la pelea parece que va a estar entre Rubalcaba y Chacón. Es pronunciar el nombe del vicepresidente en la sede del PP y las bombillas se funden repentinamente y las ventanas se abren bruscamente como si una tormenta de viento, rayos y truenos se adueñase del edificio. Por eso los populares llevan ya tiempo haciendo más oposición a su bestia negra que al propio Zapatero . Y lo cierto es que ni el Faisan ni la resucitada negociación con ETA le están saliendo gratis. Además, Rubalcaba ya ha dicho en más de una ocasión que está cansado, que aceptó seguir en 2008 por compromiso. Verdad o no, a ese supuesto desgaste habría que sumarle la posibilidad de tener que hacer oposición. El partido es suyo y ya fue un efectivo político cuando gobernaba el PP, pero entre la pancarta y hoy son ocho años pisando las moquetas del poder y el camino de vuelta es mucho más costoso que el de ida. Chacón por su parte es más de lo mismo, de momento. Todo fachada e impostura y discurso vacío. Su especialidad son las ruedas de prensa sin preguntas y los publireportajes en medios afines. Prohibido correr el mínimo riesgo para evitar mostrar carencias, que las hay. A pesar de todo, se ha construido una imagen que conecta con buena parte de la opinión pública, aunque deberá esforzarse por quitarse el barniz nacionalista del que antes tanto se enorgullecía y del que ya empieza a renegar. Tiene edad, ganas y fuerzas para pasar un tiempo en la oposición. Es dudosa su capacidad para controlar el partido, aunque le ayudarán las influencias de su marido, cerebro en la sombra de toda la operación.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio