ANÁLISIS DE ESPAÑA
La Nochebuena de la marmota
Por Alejandro Requeijo2 min
España27-12-2010
Reconozco que todos los años sigo con atención el discurso navideño del Rey. Como también juego todos los años a la loteria de Navidad, aunque sólo sea el número de la empresa para no quedarme con cara de idiota si toca. Y lo cierto es que, al finalizar ambos acontecimientos, la sensación es la misma: "otro año sin nada". Esperar que el Rey diga algo distinto a lo de siempre es como que el delantero de tu equipo falle un gol cantado y aun tengas la eperanza de que en la repeteción lo meta. ¿Que desde hace meses se habla de un final próximo de ETA?, el monarca despacha el tema con tres frases, una de ellas sobre la inexorable condena de la violencia y otra de recuerdo a las víctimas. Analizado fríamente, extenderse más habría sido premiar a quienes no se lo merecen. Puede que la valía de las palabras del Rey radiquen precisamente en el hecho de que no se deja influenciar por coyunturas y, al menos en los temas esenciales, se mantiene firme desde hace 30 años. Por ejemplo, ahora que lo que está de moda es atacar a la Constitución y desobedecer las sentencias del TC, don Juan Carlos sigue hablando de unidad y de luchar contra los egoismos (eufemismo de nacionalismos). Sin embargo, la crisis económica ha obligado a la Casa Real -está vez si- a modificar más de la cuenta la plantilla de todos los años. Las alusiones a la situación financiera fueron una constante en todo el discurso, por cierto, incluida la referencia al carácter internacional de la crisis (principal coartada del presidente Zapatero ante sus cinco millones de parados a los que prometió el pleno empleo) ¿Un capote al presidente? El Rey también dijo que ahora lo importante es adoptar las medidas adecuadas, aunque no específicó -no puede hacerlo- si era un ruego o un reconocimiento de los pasos dados últimamente por el Ejecutivo socialista. Al final tiró por la calle de enmedio y pidió la unión de los dos grandes partidos. Tan poco original como el pijama que Melchor, Gaspart y Baltasar me dejan todos los años en casa de la tía Concha. Bien, pues tanto PP como PSOE han recogido el guante lanzado por Juan Carlos peleándose por ver a quien ha dado más la razón el monarca. También lo de todos los años. A ver si por lo menos me toca la lotería del niño. Aunque, viendo lo visto, me conformo con la figurita del roscón. Que país.
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Alejandro Requeijo
Licenciado en Periodismo
Escribo en LaSemana.es desde 2003
Redactor de El Español
Especialista en Seguridad y Terrorismo
He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio