ANÁLISIS DE ECONOMÍA
Qué difícil
Por Gema Diego
2 min
Economía18-04-2010
Ha llegado un momento en que las soluciones ya no son fáciles y, lo que es peor, es difícil pensar en soluciones. Sobre todo porque buscar un arreglo para un detalle concreto es relativamente sencillo, pero diseñar algo que sirva para todo, cual panacea, es tarea únicamente de mentes privilegiadas. El Gobierno ha propuesto una reforma laboral en la que se favorece la contratación a tiempo parcial y se reduce el coste del despido. Es cierto que, planteado sobre el papel, con estos mimbres se podría contratar a dos personas al precio de una. Pero teniendo en cuenta el irrisorio nivel de salario de los empleos de a pie, un trabajo a tiempo parcial no daría casi ni para pipas. Con lo que habría dos personas en dificultades en vez de una pasándolo muy mal y otra viviendo de forma aceptable. La subida del IVA del segundo semestre va directa a paliar el déficit público. Algunas grandes empresas han anunciado que están dispuestas a asumir la diferencia de precio por sí mismas, y está claro que si el dinero va a las arcas del Gobierno se podrán seguir financiando las ayudas que reciben los colectivos más desfavorecidos. Pero lo más seguro es que así se atragante, y bien, el consumo. No sé hasta qué punto lo más conveniente para sacar a la crisis del país es crear una masa laboral con escaso poder adquisitivo -aunque mucho tiempo libre- y prevenciones a la hora de gastar su dinero. Insisto en que el problema no está en los derechos de los trabajadores, ni en la forma de trabajar de la mayoría de las empresas, sino en los bancos que se empeñan en mantener su modus operandi de la búsqueda sin freno de beneficios con la que está cayendo; y en el mantenimiento de la burbuja en el sector de la vivienda. Si los precios de los pisos fueran más racionales y los especuladores hubieran perdido su carta blanca para matar al sistema con sus activos intoxicados; si los sueldos y el precio de los bienes y los servicios fueran a la par… Pero quizás estoy pensando en los Mundos de Yupi, y en este punto liarse la manta a la cabeza para tomar ciertas decisiones y cambiar la situación es ya tremendamente difícil.
