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ANÁLISIS DE CULTURA

Renovarse o morir

Fotografía

Por Marta G. BrunoTiempo de lectura2 min
Cultura21-02-2010

La Feria ARCO más necesitada de una nueva identidad ha terminado. Es momento de hacer un balance. Nació con un motivo, pero sus bases se han ido diluyendo. Los números lo demuestran: más de una veintena de galerías han decidido colgar las botas en esta edición, 30 en un par de años, que se negaron a consentir que Ifema “impusiera” sus criterios a la hora de seleccionar las que deberían estar incluidas, a lo que se une la crisis económica subyacente. Al menos durante esta edición los 150.000 visitantes se han podido sentir más “holgados” para poder ver las obras expuestas. Sobre su contenido, muchos han sido los jóvenes que han tenido la oportunidad de presentar sus creaciones. ¿Pero qué pasa con los clásicos? Ni Dalí, ni Picasso o Warhol. Las 218 galerías presentes han preferido obras de menos envergadura. En este caso también se ha notado la falta de presupuesto para poder adquirir obras que mejor podrían estar en un museo. De clásicos ni hablar...pero tampoco de obras de otros países. Lo de invitar a Los Ángeles para esta edición se trata de una especie de tapadera, porque no le hacemos sombra a otras ferias como Art Basel o la Frieze de Londres, ambas con una perspectiva más internacional. No se exponen obras de otros países y por lo tanto el único target comercial sigue siendo España. Y el mercado artístico de este país es más bien pequeño, por no decir minúsculo, por lo que poco le conviene a los organizadores de ARCO. Tampoco se le han prestado la menor intención a Latinoamérica, por lo que su posición en el mundo se queda en el aire. Los galeristas internacionales ya saben que esta feria no es tan importante como se pensaba. Cuando hablamos del cambio de bases de la feria, nos referimos a qué lo que importa es la apariencia, y no el contenido. Cifras de alquiler de metros para las galerías excesivas, porque la especulación a corto plazo, como opina el director del Museo Reina Sofía, Borja –Villel, es lo que vale hoy. El cambio de modelo de la feria se ve como una necesidad imperiosa, que redefina el verdadero objetivo de ARCO. Sin embargo, también hay que decir que el sistema “macro-feria” en el recinto Ifema de Madrid funciona desde hace muchos años. Y aunque las previsiones de la feria eran de todo menos optimistas, tras cinco días de actividad lo cierto es que el evento del arte más famoso de España ha cerrado sus puertas con resultados mejor de lo esperado. O eso dicen los organizadores, porque de números aún no se sabe nada.

Fotografía de Marta G. Bruno

Marta G. Bruno

Directora de Cultura de LaSemana.es

Licenciada en Periodismo

Estudio Ciencias Políticas

Trabajo en 13TV

Antes en Intereconomía TV, La Razón y Europa Press