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ANÁLISIS DE DEPORTES

Nuevo fracaso del tenis femenino

Fotografía

Por Alejandro G. NietoTiempo de lectura2 min
Deportes07-02-2010

En una semana tenística marcada por un nuevo éxito masculino, el de Feliciano López, las mejores raquetas femeninas españolas demostraron encontrarse en el polo totalmente opuesto al de sus homólogos del sexo contrario. Las chicas de la Copa Federación ya se habían despedido de la máxima categoría del tenis por naciones hace unos meses, cuando Serbia las envió al Grupo Mundial II, escalón por debajo de la élite que no visitaban desde 2001. Ahora el mayor fracaso español en la historia de la Fed Cup está a punto de consumarse, pues la derrota ante Australia obligará a las de Miguel Margets a disputar la permanencia. Un nuevo traspiés las condenaría a caer a la zona grupal, tercera división del tenis mundial, un castigo nunca sufrido por España en los casi 40 años de historia del torneo. Lo cierto es que las chicasa se batieron con bravura en Australia, ante un equipo que sólo le había batido en dos ocasiones. Pero a las aussies les bastó con contar con una jugadora de primer nivel mundial, algo que España no posee en la actualidad. Samantha Stosur, número once del ranking WTA, se bastó ella sola para eliminar a nuestras féminas, ganando los tres puntos que disputó en la eliminatoria. Nada se le puede recriminar a las jugadoras, pues dieron realmente todo lo que tenían. El problema es que fueron a la guerra con balas de fogueo. Con sólo cuatro tenistas entre las cien mejores del mundo, la mejor clasificada de ellas, María José Martínez, en el número 28, España ya no es ni mucho menos una potencia del tenis femenino. El Grupo Mundial II es probablemente el lugar que le corresponde, pero la igualdad es tal que un mal cruce te puede condenar a los infiernos. Tan sólo en la modalidad de dobles son capaces nuestras chicas de destacar. Pero incluso ahí cayeron esta vez ante las motivadas australianas. Lo peor es que el tenis femenino español lleva años esperando una joven estrella que arroje un poco de luz sobre su futuro. Pero esa nueva guía no aparece, y el resplendor de las que quedan se va difuminando con los años. Carla Suárez Navarro, que apuntaba maneras, lucha por dar el salto de calidad definitivo. El resto se acercan ya a la treintena y a su decadencia definitiva, pues aún estando en la edad de su esplendor el físico sigue siendo una de sus principales desventajas. Ante tal tesitura, sólo queda seguir esperando, intentar trabajar mejor con las categorías inferiores y disfrutar mientras tanto del éxito de los chicos.

Fotografía de Alejandro G. Nieto