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ANÁLISIS DE CULTURA

El exceso de la SGAE

Fotografía

Por Marta G. BrunoTiempo de lectura2 min
Cultura07-02-2010

Vuelta a la escena de la SGAE. Ahora, la institución exige el pago de 95 euros al instituto coruñés de Zalaeta en concepto de derechos de autor. Si no, no podrán representar Bodas de sangre, de Federico García Lorca, en el centro escolar. Si los herederos del escritor se niegan, no podrán cobrar ese dinero. La difusión de la cultura está entonces limitada por la razón económica. Y el cobro de los derechos de autor en este caso no están del todo justificados. En este caso además no se trata de una compañía profesional, el aforo no es el mismo que el de un teatro de renombre. No. Se trata de una representación escolar. De hecho, los actores son menores de edad, alumnos que estudian Teatro como actividad extraescolar en el colegio. Por esa misma línea, la SGAE tendría que revisar centro por centro, porque no son pocos los que realizan obras conocidas, eso sí, de forma académica. La insistencia de la Sociedad a cobrar dicho importe reside en que la obra tendrá lugar en un fórum cercano al instituto, de más aforo, aunque es importante insistir que sigue siendo de ámbito escolar. Se represente en uno u otro sitio. La SGAE se escuda en decir que esos 95 euros está dentro de la tarifa más baja, esto es, para centros de menos aforo como este. Y que es el precio fijado por los herederos de la fortuna de Lorca. Pero la institución se quedará un 15 por ciento. Ellos hablan de un “respeto” hacia el valor de la obra de Lorca y hacia sus familiares. Pero este caso quizás sea excesivo. Y el instituto dice no contar con el dinero suficiente para hacer frente a ese gasto. En este tipo de casos, sería necesaria una revisión de la Ley de Propiedad Intelectual, tal como propone BNG, en lo relativo a funciones escolares. Porque parece sorprendente que, pese a lo que dice la Sociedad, lo cierto es que los propios familiares del escritor granadino no tenía ni idea de ese canon para el ámbito escolar. Este caso es ejemplo del abuso de una Sociedad que, a este paso, cobra por dar clase de Literatura en las aulas. Un abuso que trae cola: el canon por propiedad intelectual en las peluquerías de Barcelona con radio, los centros de la Tercera Edad o en un club de Segunda B, el Barcelona C.F. Porque no son ejemplos de piratería de CDs, sino de difusión de la cultura y divertimento de la ciudadanía.

Fotografía de Marta G. Bruno

Marta G. Bruno

Directora de Cultura de LaSemana.es

Licenciada en Periodismo

Estudio Ciencias Políticas

Trabajo en 13TV

Antes en Intereconomía TV, La Razón y Europa Press