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ANÁLISIS DE ECONOMÍA

A golpe de impuesto

Fotografía

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía03-01-2010

Preparen las cuentas corrientes y la calderilla porque en este año 2010 la van a necesitar. Y no porque los precios se hayan disparado a cuenta de la natural evolución de la inflación, sino porque las nuevas tarifas de los servicios públicos, ciertos impuestos, algunas tasas municipales y, sobre todo, el IVA a partir de julio, dispararán el gasto de lo ganado con sus salarios, pensiones o ahorros. De momento, se han eliminado deducciones del IRPF, son más caros los sellos de Correos, el precio de la luz se ha incrementado y el transporte ferroviario –y en muchas ciudades el urbano- ha registrado subidas superiores al cuatro por ciento en sus billetes. Nada que ver con el salario que, salvo que su empresa o pagador sean muy generosos, se va a quedar congeladito -y demos gracias- debido al comportamiento del IPC. Por eso, aunque la crisis no le haya afectado en forma de paro, hipoteca vampirizadora con suelo del Euribor, reducción de los rendimientos de su negocio o cualquier otra corporeización de las que se gasta, el año que viene le va a tocar apechugar con todas las medidas que han ideado el Gobierno y los ayuntamientos para garantizar el abastecimiento de sus arcas… y recordemos que estas últimas no pasan por su mejor momento. Y aunque todavía faltan seis meses, la subida del tipo del IVA amenaza con ser el peor trago, pues es dudoso que en este corto tiempo la ligera recuperación económica que vaticina la Administración pueda paliar el golpe de que todos los bienes y servicios, de repente, se vuelvan uno o dos puntos porcentuales más caros. De todas maneras, si estas medidas sirven para garantizar una salida efectiva de la crisis con garantías y una economía socialmente sostenible, les daremos la bienvenida. Pero lo que no podemos permitir los ciudadanos -como reivindican ahora, por ejemplo, los islandeses- es que se nos obligue a pagar por los errores de un sistema bancario que pretende irse de rositas.

Fotografía de Gema Diego