ANÁLISIS DE CULTURA
El cuento de piratas sin fin
Por Marta G. Bruno1 min
Cultura27-12-2009
Hay historias que se alargan sin necesidad. Es el caso del pecio Odyssey, cuyos derechos ya tienen dueño declarado. No se entiende que se cuestione la custodia del tesoro del barco Nuestra Señora de Las Mercedes que han sido, desde el primer momento parte del Estado español y por esta razón debían permanecer inalterados. Pero la discusión sigue, y aún queda por conocer los posibles recursos del Gobierno de Perú y la empresa involucrada. La segunda sigue empecinada en defender que los restos del barco son suyos pero, ¿hasta qué punto merece la pena estos tres años de batalla judicial? Lo cierto es que de poco le ha servido a Odyssey luchar por una causa que no es suya. Y la decisión que beneficia a España supone un descenso más de la empresa. Sus acciones han bajado este año hasta un 54 por ciento. En diez días deberá devolver las 590.000 monedas de oro y plata que robó en mayo de 2007. Porque ya se puede decir oficialmente que las robó. La fragata se hundió en aguas españolas 1804, como resultado de su enfrentamiento bélico con Reino Unido. No se entiende entonces tampoco la posición de Perú, que también sigue reclamando el tesoro. Por aquel entonces no existía como país, y los descendientes de los restos humanos que se hundieron ya cobraron su correspondiente indemnización en 1870. Este juicio ha durado demasiado y se ha demostrado la falta de competencia del gobierno estadounidense al no reconocer en un primer momento la soberanía sobre un hecho. Ahora la balanza se inclina hacia la verdad.
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Marta G. Bruno
Directora de Cultura de LaSemana.es
Licenciada en Periodismo
Estudio Ciencias Políticas
Trabajo en 13TV
Antes en Intereconomía TV, La Razón y Europa Press