ANÁLISIS DE LA SEMANA
Aznar y Zapatero, batalla de tiempos
Por Amalia Casado
2 min
España10-02-2002
A los tres magistrados de la Audiencia Nacional que excarcelaron al presunto narcotraficante Carlos Ruiz Santamaría les han suspendido de su carrera judicial por aquella decisión. Y “fuentes”, siempre “fuentes” terminan acusando al Gobierno de estar metido en el ajo. En esta ocasión, el Consejo General del Poder Judicial se supone que estaba presionado por el Gobierno porque los tres jueces suspendidos habían tomado en otras ocasiones decisiones que iban contra la política del Gobierno en materia antiterrorista. ¿Cuál será la verdad? Nicolás Redondo dimitió porque afirmaba estar siendo sometido a una caza de brujas por parte de sus compañeros de partido. Sus compañeros aseguraban que aquello era una locura. Una vez que se han quitado a Redondo de encima, el sector duro, el de los vasquistas que en el futuro quiere apoyar al PNV y a Xavier Arzalluz rebajan la dosis de radicalidad de sus opiniones porque ante el electorado no se puede ser tan claro y evidente –pensarán-. Es evidente que su electorado no quiere la unión de socialistas y peneuvistas., así que la campaña electoral próxima volverá a ser idéntica a la que hizo Redondo pero con bastante más oportunismo y una pizca más de agresividad y enfrentamiento con el PP. Después, procederán a los pactos, más o menos discrecionales, con los independentistas traicionando así a su electorado, que es lo que quieren hacer pero no saben cómo conseguirlo sin que se note demasiado. La gestión del tiempo es un saber que debe dominar todo político experimentado. Que lo use para bien o para mal es otra cosa bien diferente. Aznar gestiona los tiempos mucho mejor que Rodríguez Zapatero. Entre ambos se libra una batalla basada en el tiempo: cuándo dará a conocer Zapatero su fuerza y liderazgo –si lo tiene-, dependerá de cuándo José María Aznar revele el nombre de su sucesor. Ahí comenzará la verdadera batalla de las próximas elecciones, porque Zapatero, claro está, aún no es rival de José María Aznar como éste no podía serlo de Felipe González en los mejores momentos de su liderazgo. A colación de ningún tema de actualidad viene este comentario. Pero parece más curioso, al menos, que el hecho de que Garzón permanezca en su batalla contra los aledaños de ETA, que la oposición acuse al Gobierno de no echarle más manos a Argentina o que Gibraltar vuelve a ser tema de discusión y debate entre Gran Bretaña, España y los propios gibraltareños. Cierto es que, todo depende de cómo uno tenga el día.
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Amalia Casado
Licenciada en CC. Políticas y Periodismo
Máster en Filosofía y Humanidades
Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo