SIN CONCESIONES
El discurso del miedo
Por Pablo A. Iglesias
3 min
Opinión27-09-2009
Yo era muy pequeño. Debía de tener unos diez años cuando Felipe González comenzó a utilizar las pensiones como estrategia electoral. Le encantaba llenar los mítines de jubilados y advertirles del riesgo que corrían si la "derecha" llegaba al Gobierno de España. Aquello surtió efecto. El Partido Popular de Aznar tardó siete años en ganar unas elecciones. Cuantas más posibilidades había del triunfo conservador, más catastrofista se ponían en el PSOE. El mensaje sonaba muy claro: si Aznar llegaba a La Moncloa se acabarían las pensiones. Muchos mayores se tragaron aquella amenaza y algunos todavía se la siguen creyendo a pesar de que los jubilados mantuvieron e incluso incrementaron sus pensiones durante los ocho años siguientes de mandato del PP. Ahora ya no está Felipe González y José María Aznar es más famoso por sus lucidos abdominales que por sus discursos políticos. Sin embargo, en las filas socialistas ha resurgido el discurso del miedo. Los protagonistas principales de esta película de terror son José Luis Rodríguez Zapatero y José Blanco. Entre los dos han ideado una subida de impuestos que va a vaciar todavía más los bolsillos de los españoles. Lo llaman ejercicio de solidaridad porque, según ellos, quienes más van a padecer las consecuencias son los ricos. ¡Mentira! A las rentas altas no les importa que les quiten la deducción de 400 euros, quienes más lo sufren son los asalariados medios y los mileuristas, que ahora tendrán que pagar 400 euros más en impuestos. La subida del IVA afecta por igual a ricos y pobres, pero serán estos últimos los más asfixiados cuando suban los precios de la comida, la ropa y el calzado. Así que ni socialismo ni progresismo, aumentar los impuestos es la única solución que se le ha ocurrido al Gobierno para sacar a España de la crisis. Pero la realidad es que así sólo van a pisotear todavía más a quienes peor lo están pasando en este declive económico. Por eso recuperan en el PSOE el discurso del miedo, al más puro estilo Felipe González. El Gobierno se ve acorralado por las consecuencias de su nefasta gestión y recurre a las amenazas a modo de último argumento. Zapatero ha llegado a asegurar que sube los impuestos para mantener la protección social a los desempleados. Es decir, que sin subida de impuestos no podría pagar el paro a los que no tienen trabajo. Otra mentira. Ha llegado a decir que la subida de impuestos es para pagar las políticas sociales. Es decir, que sin más impuestos no podría pagar colegios y hospitales. Otra mentira, pues hace años que ese gasto lo asumen las comunidades autónomas. El último recurso del fiel escudero José Blanco ha sido que suben los impuestos para pagar las pensiones de los mayores. Otra mentira más... y van demasiadas. Si Zapatero -que llegó a La Moncloa por las mentiras de Aznar con la guerra de Iraq y el 11-M- tuviese un poco de vergüenza, debería dimitir de inmediato por engañar una y otra vez a los españoles. Recurrir, además, al miedo es la última estrategia a la que suelen agarrarse los políticos cuando ya no saben cómo mantenerse en el puesto. Meter miedo con el paro, las políticas sociales y las pensiones es de muy mal gusto y es el fiel reflejo de que su tiempo está agotado.
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Pablo A. Iglesias
Fundador de LaSemana.es
Doctor en Periodismo
Director de Información y Contenidos en Servimedia
Profesor de Redacción Periodística de la UFV
Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito