ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
La tenacidad de Zelaya
Por Isaac Á. Calvo1 min
Internacional27-09-2009
Hay que reconocer que el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, es tenaz. Sus acciones para denunciar que lo echaron del cargo y del país por la fuerza a finales del pasado mes de junio le están manteniendo en la actualidad informativa. Esto, al fin y al cabo, es muy bueno porque le permiten que se siga hablando del caso y no caiga en el olvido. Algo que, como ya ha pasado en otras ocasiones, acabaría ocurriendo porque las Relaciones Internacionales se mueven muy deprisa y hay veces que tras rechazos iniciales se termina aceptando como interlocutores válidos a gabinetes que no se han constituido legítimamente. Zelaya ha sabido jugar sus cartas a este respecto y ha organizado actos de gran impacto mediático. Los vuelos rasantes sobre el aeropuerto de Tegucigalpa haciendo ver que quería aterrizar y los shows fronterizos adentrándose unos metros en territorio de Honduras han llamado mucho la atención. Sin embargo, la semana pasada, Zelaya fue más allá y pasó del espectáculo a los hechos. Después de un largo viaje de incógnito por carretera consiguió llegar hasta la Embajada de Brasil en Honduras. Allí, permanece refugiado, en el corazón de Honduras pero oficialmente en suelo brasileño. El Gobierno de Roberto Micheletti, creado tras la expulsión de Zelaya, ha visto cómo ahora tiene al enemigo en casa. El diálogo y el entendimiento entre ambas partes son cruciales para evitar un aumento de la violencia entre seguidores de uno y otro mandatario. Las elecciones que tendrán lugar próximamente pueden ser una buena prueba para que el pueblo opine sobre a quién (o qué tendencia política) quiere en la Presidencia del país.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD