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Los programas electorales miran el fin de la violencia

Por MªJesús TorresTiempo de lectura2 min
España13-05-2001

Los partidos que han concurrido a las elecciones en el País Vasco han tenido que recorrer las distintas provincias luchando por los votos, intentando hacerse la zancadilla unos a otros y gritando en favor de la paz y el fin del terrorismo. El objetivo no era otro que conseguir el número suficiente de escaños para poder formar Gobierno sin depender de sus principales enemigos.

El candidato por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Juan José Ibarretxe, tuvo el apoyo de Arzalluz, aunque las ideas de ambos sobre un posible pacto con Euskal Herritarrok (EH) divergían. Ibarretxe reiteró que él no pactaría con EH. El Estatuto y su posible "cambio y actualización" fue el tema principal de su campaña. Y una de sus principales garantías de victoria, concurrir a las elecciones en la misma lista con Eusko Alkartasuna (EA). Redondo Terreros, líder socialista, apostó por el fortalecimiento del Estatuto pero siempre desde el respeto a la Constitución, y por un cambio gubernamental "sin revanchas" y con diálogo. Habló de la educación, clave, según Redondo Terreros, de la "regeneración democrática". En esta campaña, los socialistas apostaron por un pacto con el otro partido "constitucionalista", el Partido Popular (PP), pese a su enemistad histórica. El ex ministro de Interior y candidato a la Lehendakaritza por el PP, Jaime Mayor Oreja, contó con el apoyo del presidente del Gobierno, José María Aznar. Subrayó la necesidad de un gobierno no nacionalista para lograr la libertad. En su proyecto destacaban dos aspectos importantes: cómo frenar al terrorismo, y el concierto económico. Entre sus metas, conseguir la estabilidad de la sociedad vasca, no a través de la independencia. Para Mayor Oreja, la independencia es igual al desempleo. La campaña de EH se dirigió sobre todo a atacar al líder del PP, del que dijo que no podría tocar ni uno solo de los derechos que el pueblo vasco había conseguido. Arnaldo Otegi habló de soberanía e independencia y anunció que su partido acudirá a la sesión de investidura a pesar de no haber ido al Parlamento desde el verano pasado. Ezker Batua- Izquierda Unida (EB-IU) y su líder Javier Madrazo hicieron una campaña distinta a la de los demás partidos. Mientras el resto recorría el País Vasco captando votos, el líder comunista se dedicó a convocar ruedas de prensa en las que no se cansó de repetir su modelo de Gobierno para el País Vasco, un gobierno formado por el PNV y el Partido Socialista de Euskadi (PSE) con la propia EB-IU, una IU que ha destacado en esta campaña por su condición de marginada.

Fotografía de MªJesús Torres