ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
Unas elecciones apasionantes con un final sorprendente
Por Isaac Á. Calvo
2 min
Internacional14-06-2009
Las elecciones celebradas en Irán la semana pasada han sido apasionantes. La campaña electoral fue tensa e ilusionante ante el tirón popular del ex primer ministro Mir Husein Musavi y su esposa. A medida que ambos ganaban adeptos, el ambiente se iba caldeando y se endurecían los debates con el actual presidente y principal rival, Mahmud Ahmadineyad. La participación fue muy elevada y todo parecía indicar que Irán iba a cambiar de Gobierno. Hasta Musavi, con una parte de los votos escrutados, se declaró ganador de los comicios. Sin embargo, el sueño de Musavi y su mujer se convirtió en una pesadilla cargada de indignación e impotencia. Las autoridades iraníes, poco después del cierre de las urnas, declararon a Ahmadineyad como vencedor de las elecciones con más del 60 por ciento de los sufragios. Y, por tanto, al superar el 50 por ciento, no era necesario acudir a una segunda vuelta. Musavi y su equipo han denunciado fraude en las elecciones y han pedido la anulación de los resultados. A pesar de ello, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha reconocido la victoria de Ahmadineyad y pide a los candidatos que acepten la situación. Algunos seguidores de Musavi han salido a las calles para protestar por lo ocurrido y se han registrado algunos incidentes. La sombra del fraude se cierne sobre el país, pero parece ser que el régimen iraní no consideraba que fuera conveniente un cambio en estos momentos. La estabilidad política de Irán es importante para la región y para Occidente. El programa nuclear –con fines pacíficos, según Ahmadineyad– es tema de debate y de preocupación en la Comunidad Internacional. Se avecinan unos meses clave en las relaciones entre Estados Unidos e Irán por la cuestión atómica. Nada va a cambiar, de momento, en Irán, pero las sospechas de amaño están presentes y la población es consciente de ello. Si con el paso del tiempo se confirma que hubo irregularidades, las autoridades tendrán que dar explicaciones y contar por qué y para qué lo hicieron. Aunque ahora no haya cambio, es muy posible que ya se haya puesto la semilla que, tarde o temprano, germinará.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD