ANÁLISIS DE LA SEMANA
En el punto de mira
Por Isaac Á. Calvo2 min
Internacional03-02-2002
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha propuesto un juego. Consiste en mirar con lupa a todos los países gamberros y no tanto que se considere oportuno. Es muy divertido sobre todo para el que observa, pero lo es muy poco para el que siente el aliento estadounidense sobre su Estado. Corea del Norte, Irán y el omnipresente Irak son los máximos candidatos a experimentar la fuerza estadounidense. George W. Bush quiso dejar constancia de ello en su discurso a la nación. Unas palabras muy esperadas y que no defraudaron a la opinión pública de EE.UU. a pesar de que se centraran mucho en los asuntos de la operación Libertad duradera y algo menos en otros aspectos como el Caso Enron y la situación económica que vive el país. Los que sí están molestos son los estados que sienten el aliento antes mencionado. Irán, Irak y Corea del Norte han criticado el discurso de Bush y le acusan de desconocer la realidad interna de cada país. Antes de dirigirse a la nación, el presidente estadounidense también tuvo tiempo de reunirse con su homólogo afgano, Hamid Karzai. En la entrevista, celebrada en Washington, George W. Bush se comprometió a ayudar a Afganistán pero descartó el envío de más tropas. Karzai, se mostró satisfecho y señaló que su país iba a seguir trabajando para lograr la paz definitiva e implantar la igualdad de derechos. En suelo afgano, soldados estadounidenses asaltaron el hospital de Kandahar donde se habían hecho fuertes varios miembros de Al Qaeda. Esta acción se enmarca dentro de las que se están desarrollando para terminar con la resistencia terrorista en Afganistán. En Filipinas, EE.UU. también va a ayudar a luchar contra el terrorismo. Un grupo de marines ha llegado a este país para instruir al Ejército filipino y asesorarle en la lucha que éste tiene contra el grupo islámico Abu Sayyaf. En principio, las tropas estadounidenses no van a entrar en combate. La situación no mejora en Oriente Próximo. La pasada semana ha estado, una vez más, protagonizada por los atentados palestinos, las represalias israelíes y el cruce de declaraciones entre ambas partes. Incluso, el primer ministro de Israel, Ariel Sharon, afirmó que estaba arrepentido de no haber matado, cuando tuvo ocasión en 1982, al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat. De regreso al ámbito político, Gianfranco Fini es el elegido para representar a Italia en la Convención de la Unión Europea (UE). Silvio Berlusconi, presidente del Gobierno italiano, ha conseguido su objetivo a pesar de las reticencias que había en el seno de la Unión debido a las ideas ultraderechistas de Fini.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD