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ROJO SOBRE GRIS

Empastada con el fondo

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura2 min
Opinión10-05-2009

Un día me sentí tan privilegiada que perdí la perspectiva. Ha sido este fin de semana, en una conversación. Me acordé de una cosa que sucede a veces cuando haces una foto, cuando la persona a la que fotografías se queda como empastada con el fondo aunque haya kilómetros de distancia entre ambos. Perdí la perspectiva y he pasado el fin de semana agobiada, empastada en el tiempo. He conocido a una persona que se quedó tan perpleja de lo que yo le contaba como yo de lo que ella decía. El amor de pareja, el amor para siempre, el amor matrimonial… Ella no cree en él. Ni conoce a matrimonios que se amen de verdad aunque lleven décadas juntos y peinen canas y nietos, ni conoce a matrimonios que se guarden fidelidad. Sólo conoce el deseo, el enamoramiento y el amor –este sí, amor- a los hijos. Yo sí creo en el amor de pareja y en amor para siempre, porque conozco matrimonios que se aman y se han amado hasta la muerte con fidelidad. Creo en el amor porque lo vivo y porque lo deseo, porque late en el fondo de mi corazón el anhelo de eternidad y porque creo que ese anhelo es una llamada al "para siempre". Tengo sed de "para siempre". En aquella conversación constaté que hay realidades en mi mundo muy diferentes de la mía en las que quizá nunca han escuchado las cosas que yo oigo ni han vivido las cosas maravillosas que yo vivo ni han conocido a personas que sí se preocupan por los demás sin esperar nada a cambio. Hay personas que no conocen la generosidad y que viven siempre con el peso de que los demás se aprovecharán de ellas. No pueden creer en el amor porque no se han sabido queridas por sí mismas nunca y siempre han sido medios para que otros consigan sus fines. Entonces viven así y creen que es la única manera de vivir… o sobrevivir. Me sentí empastada con el tiempo, con el futuro, como paralizada por la responsabilidad de no perder ni un minuto en salir a buscar a tanta gente que es tan infeliz. Empastada con el pasado, con el tiempo perdido, con las veces en que yo misma no he tratado a los demás con amor. Me he sentido urgida y bloqueada, ansiosa y abrumada, responsable e impotente. Hay un trecho desde aquí hasta la montaña, hasta el fondo de la foto. Hay que tomar perspectiva, desempastarse del fondo Decían en un acto académico de licenciatura en la Universidad Francisco de Vitoria que Sara de Jesús, una profesora que falleció hace poco, les decía a sus alumnos: La vida es un sendero en el que nunca estás solo y cuyo secreto es el amor. Caerse y levantarse mil veces. No importan los obstáculos ni el tamaño de los obstáculos: lo que importa es salvarlos con amor para que, cuando lleguemos a la meta, haya merecido la pena. Rojo sobre gris, Sara.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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