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CHINA

Taiwán: a la sombra del continente durante más de medio siglo

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Internacional08-03-2009

Taiwán y China protagonizan estos días una época de distensión política que pocas veces se ha visto desde la traumática separación territorial entre los comunistas del continente y los nacionalistas insulares. Unos nacionalistas que han vivido durante más de medio siglo alerta contra el enemigo socialista.

Los cimientos del Taiwán independiente de China datan de después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la guerra civil en la metrópoli entre los comunistas de Mao Zedong y los nacionalistas de Chiang Kai-shek, en el Gobierno, concluyó a favor de los primeros en 1949. Con una China continental comunista, el Gobierno del Kuomingtang, el partido nacionalista, se exilió en la isla de Taiwan junto con algo más de un millón de simpatizantes. Desde allí, los disidentes chinos fundarían un Estado paralelo al comunista desde el que volver algún día a Pekín cuando estuvieran en condiciones de reconquistar el continente. Pese a todo, esas condiciones para volver a la metrópoli nunca se darían. Chiang Kai-shek fue el primer presidente de una República atenazada por el temor a que los comunistas intentaran reconquistar la isla –Taiwán mantuvo la ley marcial hasta 1987- y organizó una dictadura autoritaria en el país hasta los años 90. Con el apoyo de Estados Unidos en sus inicios, que miró hacia otro lado en los numerosos casos denunciados de violación de los Derechos Humanos por parte del Gobierno autoritario taiwanés, la isla se consideró siempre como la verdadera y legítima República de China, y así intentó hacerlo valer en el plano internacional. Sin embargo, pese a que la mayoría de países mantuvo buenas relaciones con Taiwán en los primeros años de la separación entre la china comunista y la nacionalista, en 1971 la República Popular China ocupó el escaño de Taiwán (considerada hasta entonces como República de China) en Naciones Unidas y el peso internacional de Taiwán se diluyó. A día de hoy sólo 24 países (entre los que no hay ningún occidental) reconocen a Taiwán como Estado independiente, y lo hacen porque la isla les aporta subvenciones de ayuda al desarrollo. A la muerte de Chiang Kai-shek, su hijo Chiang Cinhg-kuo le sucedió en el poder con una política continuista que mantuvo al país en una dictadura. Una dictadura que duró hasta los años 90, cuando el presidente Lee Ten-hui aceleró las reformas democráticas. Pese a todo, el Kuomingtang seguiría en el poder hasta el año 2000, cuando Chen Shui-ban se convirtió en el primer candidato presidencial de la oposición en ganar unas elecciones en la isla. Actualmente el presidente del país es Ma Ying-jeou, que ha iniciado una etapa de distensión con la República Popular China que podría acabar con la reunificación de ambos territorios, pese a que aún queden escollos por resolver como el estatus del Kuomingtang en la China comunista o la independencia de régimen de la que podría gozar la isla.

Fotografía de LaSemana.es