ANÁLISIS DE LA SEMANA
Fascismo socialista y política basura
Por Amalia Casado
2 min
España22-01-2002
Lo más asqueroso del asunto es imaginarse que todo ha sido, en efecto, una caza de brujas contra Nicolás Redondo Terreros, avivada desde los medios de comunicación afines al PSOE por odio verdadero, radical y fascista al Partido Popular. Lo más asqueroso es pensar que el "bueno de Zapatero" en poco parece diferenciarse de los protagonistas de la cultura del pelotazo, bodeguillera y conspiratoria. Lo más asqueroso es poder llegar a pensar que si, en efecto ha sido una caza de brujas desde el sector vasquista con el contubernio de la Ejecutiva Federal, se haya diseñado sin contar para nada con los intereses de los ciudadanos, y sólo porque el PSOE sigue mirándose al ombligo sin encontrar -lógico- el sentido de su existencia. Suele pasar cuando uno se mira demasiado a sí mismo. Parece que está podrido. La prometida renovación del PSOE está puesta más que en duda. El PP seguirá maneniendo su ventaja en intención de voto porque la firmeza de José María Aznar y la claridad de su proyecto son signos para los ciudadanos de seguridad y de certidumbre. Y bien podría ser esa firmeza una de las causas que han promovido una lucha contra el terrorismo que en su vertiente policial sigue dando frutos ininterrumpidamente. ETA sigue intentándole, pero cada vez con menos éxito. Y los ciudadanos perciben que en el PP, además de mucha gomina, mucha corbata, traje y demás, hay también un sentido de la responsabilidad que no se puede negar. En el PSOE hay, cada vez más, mucho de lo primero y poco de lo segundo. Lo más triste es pensar que hubo caza de brujas en el Partido Socialista: cuando sus militantes y simpatizantes esperan ejemplos de democracia y tolrenacia, los renovadores sacan sus galas inquisitoriales y represoras. Sin embargo, la profesionalidad tecnocrática del Partido Popular -fría, liberal, capitalista y alejada de cualquier humanismo posible- es, sin duda, una de las realidades más atractivas para Convergencia i Unió, un partido práctico que se las ve venir con la sucesión de Pujol, y que sabe que la presencia en el Gobierno de alguno de sus miembros bien podría ser un as en la manga para compensar el carisma y peculiridad que a Pujol le sobraban y a Mas le faltan. Política basura. Sólo quedan los restos de lo que podo ser.
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Amalia Casado
Licenciada en CC. Políticas y Periodismo
Máster en Filosofía y Humanidades
Buscadora de #cosasbonitasquecambianelmundo