PUNTOS DE DEBATE
¿Qué es un político?
Por Elías Said
2 min
Opinión15-02-2009
Tras lo visto en las últimas semanas, con las averiguaciones sobre la trama de corrupción y espionaje en el seno de la Comunidad de Madrid por parte de representantes del Partido Popular; el último intento del presidente de dicho partido en echar balones fuera a la crisis existente en el seno del PP, recusando al Fiscal General del Estado y al juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, por supuesta persecución a su formación política; así como la reciente expulsión del eurodiputado Luis Herrero en Venezuela, por decisión de la presidenta del Consejo Nacional Electoral de aquel país; me hacen meditar lo que es en verdad un político en la actualidad. Estos últimos acontecimientos nos permiten ver algunos de los rasgos que les distinguen: 1) una alta capacidad de cinismo al no admitir sus faltas, pese a cuantas pruebas existan en su contra, cuando hacen uso del clásico argumento de ¨deber social¨ que intentan cumplir; 2) una carencia de conciencia y aplicación de la ley del ¨Todo vale¨ para ser ricos en tiempo record; 3) una falta de valores personales, al no admitir sus incompetencias en el manejo de situaciones e intentar, con todos los medios a su alcance, amarrarse a sus cargos; 4) un alto sentido de búsqueda para atraer la atención en ¨otros¨, cuando el problema está en sus narices y con quienes les rodean; 5) un completo desapego a los principios democráticos, cuando tienen alguien que les estorba, utilizando las instituciones del Estado para espiarles, robar a nuestra costa o ¨invitarles a salir¨ del país donde se encuentren; 6) una alta sed de poder; y 7) un alto sentido individualista, cuando toca barrer a favor de sus intereses. Es lamentable, pero parece que son los principales rasgos de muchos de quienes nos ¨representan¨. Ahora pregunto, ¿cómo lidiamos con esta estirpe de seres humanos? La verdad, es que resulta difícil responder esta interrogante de una forma tajante, y se hace cada vez más necesario que tomemos en serio el rol y valor que tienen los medios de comunicación, el sistema judicial y nuestra capacidad de echarles a fuerza de votos. Y es que la falta de escrúpulos en el accionar de la mayoría de los actuales políticos pareciera relegar a nuestras democracias a simples cáscaras vacías o a espacios de recurrentes violaciones contra las instituciones que en ella existen. Lo que hemos podido ver a lo largo de las últimas semanas, no solo debilita nuestra credibilidad ante estos ¨profesionales¨, sino que hace necesario un simple llamado a que estén, aunque sea por esta vez en el que nos encontramos inmersos en una difícil crisis económica, a la altura de nuestras personas; y que en vez de dividir, robar y echar balones fuera para desviar la atención de sus luchas internas y deseos más viles, se unan y arrimen el hombro para que superemos el difícil escenario que tenemos entre manos, donde parece que nuestro gobierno no dan muestra de claridad sobre el qué hacer, pero donde la oposición no está a la altura de la situación, y así pasar el rojo de una vez por todas sin pasar por los cien amarillos.
