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RUSIA

Moscú prueba un proyectil capaz de atravesar el escudo antimisiles de EE.UU

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional31-08-2008

En plena crisis del Cáucaso y cuando las relaciones entre Rusia y Estados Unidos no atraviesan su mejor momento, Moscú ha realizado una prueba balística que es, en toda regla, un desafío a Washington. El lanzamiento del RS-12M Tópol, capaz de atravesar los sistemas antimisiles más modernos, no es simplemente una demostración de fuerza por parte de Rusia ante el mundo, sino que además, supone una bofetada al proyecto de Escudo Antimisiles de EE.UU.

"El lanzamiento del nuevo misil RS-12M Tópol con ojivas múltiples se efectuó a las 14:20, hora de Moscú (12:20, hora peninsular española), desde una plataforma móvil emplazada en el cosmódromo de Plesetks". Así anunciaba un portavoz del Ministerio de Defensa ruso el lanzamiento, el pasado viernes 29, del último misil construido por Moscú. Destinado a sustituir a los antiguos RS-18 (SS-19 Stiletto, según la clasificación de la OTAN), los RS-20 Voyevoda (SS-18 Satán) y los RS-12M del arsenal ruso, Moscú busca con el RS-12M Tópol equiparar su fuerza nuclear a la de EE.UU. durante las próximas décadas, en una carrera nuclear encubierta que ambos mantienen desde la Guerra Fría. El misil impactó en un polígono de Kurá, en la península de Kamchatka, a más de 8.000 kilómetros de distancia. Aunque el proyectil, destinado a sustituir a los que hoy por hoy son los misiles más poderosos del mundo, tiene capacidad para cargar hasta 10 cabezas explosivas –incluidas nucleares– en esta ocasión impactó sin carga. El momento elegido para la prueba del misil no es casual. Recientemente, Estados Unidos ha sellado con Polonia y República Checa el acuerdo por el que estos dos países albergarán las instalaciones del Escudo Antimisiles que Washington pretende construir en Europa, teóricamente, para protegerse de la amenaza nuclear iraní. Moscú, sin embargo, asegura que los misiles que pueda poseer Teherán no tienen esa capacidad de alcance y considera una provocación las instalaciones estadounidenses. En Rusia no preocupa tanto el Escudo Antimisiles de EE.UU. como el hecho de que sus instalaciones se situarán en países de la antigua órbita soviética que ahora se acercan a Washington. En cualquier caso, las negociaciones para la construcción del Escudo Antimisiles han provocado, desde el principio, un deterioro en las relaciones entre EE.UU. y Rusia. En 2002, Washington abandonó el tratado de sistemas antibalísticos firmado en 1972 con Moscú, y Rusia respondió con una moratoria del Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa.

Fotografía de Miguel Martorell