ANÁLISIS DE SOCIEDAD
La doble educación
Por Almudena Hernández
1 min
Sociedad27-01-2008
Los políticos, sabedores de lo importante que es la educación, intentan amoldarla a sus gustos y preferencias con más o menos elegancia. ¿El fin justifica los medios? Está bien que los niños aprendan a ser más tolerantes, que sepan cuidar del medio ambiente y que conozcan nociones de seguridad vial. Pero también estaría bien que los políticos no jugasen con un doble rasero: el de permitir manipular embriones, proteger a quienes defienden y practican el aborto y castigar al que mata un perro que agoniza o pega un cachete a un crío que hace chantaje a sus padres. Educar, señores, tiene una doble vertiente en la escuela, que depende del profesor y del libro. Pero no sólo se educa en la escuela: se educa en la casa, no lo olvidemos, y también se educa en la sociedad. Que una sepa, en muchos ámbitos de la vida, aún persisten cosas buenas de la educación que aprendimos antaño, que nos ayudan a diferenciar lo bueno de lo malo, la mentira de la verdad, aunque algunos, por eso de justificar quién sabe qué fin, anden un tanto despistados. De lo que no se han dado cuenta nuestros queridos digientes es que se les ha visto el plumero, que de pequeños ellos también se aprendieron aquella canción infantil que se titulaba Vamos a contar mentiras, cuya letra conoce todo hijo de vecino, por lo que se les ve venir: lo que aprendieron en el recreo del colegio ahora lo aplican en la política, sólo que cambiando las sardinas por embriones, y las peras por dinero para pedir el voto.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo