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ANÁLISIS DE ESPAÑA

Mentiras

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura3 min
España27-01-2008

Polvo son y en polvo se convertirán. Que nadie se engañe, ANV y PCTV llegaron a las instituciones por pura política y por pura política saldrán de ellas. Ha llegado el momento de actuar, dice el ministro. El mismo que meses antes advertía de que se abordarían las ilegalizaciones cuando la jugada lo aconsejase. Y ese momento ha llegado debido a la proximidad de las elecciones. Es mentira que ahora haya más pruebas que antes. Mentira que no hubiese evidencias hasta después de las elecciones municipales. Mentira que antes fuesen hombres de paz y ahora vuelvan a ser asesinos. Por mucho que se empeñen Garzón, Zapatero, Conde-Pumpido o el propio Bermejo. “¿Está el fiscal general enterado de esto?”, pensará Otegi desde su celda. Pues sí Arnaldo, se acabó la fiesta, se apagaron las luces, se acercan los comicios y toca apagar las luces. Que lejos quedan ya los días de vino y rosas blancas. Ya nadie está de vuestro lado a excepción del siempre leal Ibarretxe. Resulta que los mismos que abanderaron aquello de “merecemos un Gobierno que no nos mienta” han mentido con entusiasmo. Por eso pocos se creen las razones que dan ahora para ilegalizar cuando antes no lo hicieron. Y el que se quiera engañar que se engañe. Ahora, otra cosa es que Zapatero y su Ejecutivo le hayan hecho el juego a ETA. Mentiras hay de muchos tipos. Están las piadosas, que no van a ningún lado. Las bienintencionadas como las de los Reyes Magos en Navidad. Y en política, que se engaña mucho, están las mentiras para ganar unas elecciones y también para no perderlas. Zapatero, está mintiendo ahora para ganar igual que Aznar mintió en su día para no perder. Un libro recientemente publicado bajo el titulo Si yo fuera presidente que aborda los cuatro años de oposición de Rajoy a través de numerosas entrevistas a miembros del PP, revela como, en la agitada mañana del 11 de marzo, dos fontaneros de La Moncloa llegaron a pronunciar una frase que perseguirá al partido para siempre: “Los etarras se tienen que comer este marrón después de todo lo que han hecho (...) Vamos a conseguir un escaño por cada muerto”. Zapatero, como todos sus antecesores, comenzó a negociar con una ETA dividida en la que realmente había un resquicio para el final de la violencia. Y merecía la pena intentarlo. En un diálogo con terroristas, por seguridad y por el éxito mismo del proceso, hay cosas que no se pueden contar. Cada declaración puede ser interpretada como un mensaje a la otra parte y siempre hay que ir con pies de plomo e incluso a veces es preciso cambiar momentáneamente de discurso por interés negociador. Todos hubiésemos ganado mucho con una oposición dispuesta a colaborar en lugar de a boicotear y, claro está, con un Gobierno dispuesto a que la oposición colaborase. Ni unos ni otros quisieron. Después de cuatro años, puede que Zapatero haya ido demasiado lejos en eso de ocultar información y mentir. En 2004 los españoles le dieron la patada Aznar por mentiroso, aunque lo pagó Rajoy. Ahora en 2008 el futuro de un presidente vuelve a estar en manos de los ciudadanos. Y Rajoy espera el veredicto desde su segundo plano.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio