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ANÁLISIS DE DEPORTES

Tres partidos buenos no son nada

Fotografía

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura3 min
Deportes25-11-2007

A pesar del maquillaje de los tres últimos partidos de la fase de clasificación para la Eurocopa de 2008, España debiera tener a mano el referente inglés para darse cuenta de lo fácil que es meterse en apuros. Al menos, esta vez evitó la repesca, pero el histórico de resultados hace que la Roja no vaya en el sorteo junto con los favoritos, sino en el pelotón de los modestos con aspiraciones. Una cura de humildad ahora que se quiere volver a lanzar las campanas al vuelo... y ahora que Luis Aragonés, cuando parece que ha dado con la tecla para que el equipo funcione, vuelve a anunciar que no continuará en el cargo -ya lo hizo tras el Mundial de Alemania, en 2006, y luego se desdijo-. Ya veremos cómo se cumple aquello de llevarse bien con la prensa antes de competir en Austria y Suiza... Aunque con una base de escepticismo, España -ciertamente- tiene mimbres para llegar a pensar en disputar un título. Claro que también le falta la costumbre de llegar a los partidos decisivos... y pasarlos. Porque si un equipo es grande y, según s dice, favorito a todo -o al menos a intentarlo-, sigo sin entender ese rictus de preocupación y advertencia que se hace cuando un rival medianamente poderoso, pero con un cierto nombre, se puede cruzar con España en alguna fase de clasificación. Rápidamente hablamos del coco, como si cualquier otro rival fuese más fácil. Y como se demuestra con las derrotas en la fase de clasificación para la Eurocopa, que llegaron contra Irlanda del Norte y Suecia, ninguna de ellas un gallito, estos partidos contra equipos de un cierto fuste son la verdadera medida de la competitividad de la selección. El ejemplo es la selección española de fútbol sala, que pese a una paulatina renovación de jugadores, y con alguna que otra sorpresa -llámese a tal empatar contra Serbia en la primera fase del Europeo y verse con un 2-0 en contra en la semifinal contra el anfitrión, Portugal-, ha sabido mantenerse competitiva y llegar, aunque fuese con apuros, a la final. Aunque después hubiesen caído contra Italia, la cuestión de las excusas -como el cambio de seleccionador, José Venancio López en el lugar de un Javier Lozano que prefirió nuevos aires por un tiempo- no caben en un equipo que, estando llamado por sus grandes resultados o no, siempre lucha por todo al máximo de sus posibilidades. Y en los pequeños detalles, la experiencia marca diferencias. P.S. Una cuestión bastante complicada son las complicaciones que, parece, han surgido en la lesión y recuperación del tobillo de Jorge Garbajosa. De la venganza de los Toronto Raptors por su deseo de disputar el Eurobasket a la necesidad de nuevas pruebas para detectar complicaciones. Se habla de una necrosis en el peroné que se rompió el madrileño, y no es cuestión baladí. Habrá que ver si tuvo algo que ver la vuelta a la competición y las coberturas del seguro que firmó la Federación Española de Baloncesto (FEB)... En todo caso, el más fastidiado es el jugador, que no quiere otra cosa sino salud para poder jugar.

Fotografía de Roberto J. Madrigal