ANÁLISIS DE ECONOMÍA
Quedarse con lo bueno, desechar lo malo
Por Gema Diego
1 min
Economía29-07-2007
Antes de la prometida cura de sol de agosto, piel y cerebro piden a gritos una limpieza que los libere de posos desagradables, que los ponga a punto para cuidar sus alegrías y prepararse para recibir buenas noticias futuras. No se trata de hacer tabla rasa, porque aun los momentos difíciles sirven como trampolín para renacer con más fuerza, como le sucede a las dos empresas indonesias que Nike ha estado a punto de abandonar a su suerte. Se trata, en cambio, de dejar atrás los errores y apoyarse en los logros para pisar con fuerza. Existen, sin embargo, lastres de complicada eliminación, como las deudas que se alimentan con más deudas y que afectan a la relación con los bancos. A veces son irrisorias cantidades fruto de una mala liquidación de un contrato, que generan más dolor de cabeza que problemas al negocio en cuestión. No mucho que olvidar y sí bastante que recordar tendrá durante el tiempo de respiro Iberdrola, que ha avanzado tanto que le pisa los talones a Endesa, en cuyo seno la OPA de Enel y Acciona sigue su curso ya sin convulsiones. Lo mismo le sucede a los grandes bancos, que han batido récords en sus beneficios, aunque se quejen de vicio porque éstos han sido inferiores a sus previsiones. Al Ibex 35, entre tanto, se le ha equilibrado la balanza, con tres meses de subidas y otros tres de bajadas. Tras el parón -en realidad, mes a medio gas- estival, la tónica de concentración en el sector energético y el ansia expansionista de los bancos tendrán mucho que decir en las aventuras y desventuras del selectivo.
