ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Lo que vale un hijo
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad08-07-2007
Dice un spot de televisión que hay cosas que no tienen precio. El Gobierno de España, en plenas rebajas de verano, acaba de colgar una atractiva etiqueta electoral en el dedo gordo del pie de los recién nacidos. La forma en la que se aplicará esta medida será otro cantar, pero bienvenido sea todo apoyo a la familia. Tal y como hoy están las cosas, los ciudadanos prefieren gastarse el dinero en otras partidas. Por 2.500 euros un españolito de a pie se compra una televisión de plasma de 50 pulgadas y se va una semana de vacaciones a un spa. Lo de procrear y tener responsabilidades como progenitor -progenitor A o progenitor B, padre o madre, se entiende- ya será para otro momento. La vida es cuestión de prioridades: los modelitos, los fines de semana, el coche, el piso y los hijos. Esta parece ser el orden que siguen los jóvenes actuales para gastar su dinero, invirtiendo no pocas veces ese pellizco de 2.500 euros con el que ahora quiere incentivar el Gobierno la natalidad. Los niños tienen un precio, pero es una cifra que no cotiza en bolsa, ni queda registrado en la cuenta bancaria... Hacer crecer la familia implica hacer un conmpromiso, renunciar a muchas cosas, sacrificarse y tener un buen puñado de conceptos bien claritos. Porque, visto lo visto, para ser padre un año de estos habrá que quedarse sin vacaciones.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo