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ANÁLISIS DE ESPAÑA

Contra lo políticamente correcto

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España24-06-2007

En uno de esos experimentos que los americanos hacen de cuando en cuando para reírse de si mismos, un supuesto periodista se atrevía nada menos que a poner en entredicho los valores, usos y costumbres del amercian way of life. El inventó llegó en forma de película de bajo coste. De estas que pegan el pelotazo más por el número de detractores que por el de seguidores. Un actor que se hace pasar por un reportero de Kazajstán llega al país de las oportunidades haciendo gala de una mentalidad medieval. Desde Texas a Nueva York se recorre los Estados Unidos defendiendo argumentos como el de que “las mujeres son inferiores a los hombres porque se ha demostrado que tienen el cerebro más pequeño”. En otra parte de la película, el protagonista se presenta como invitado en una casa acompañado de una prostituta. Su objetivo era poner en evidencia la hipocresía de sus anfitriones que habían presumido de que en EE.UU se recibe con los brazos abiertos a todo el mundo sin condición. Y desde luego, el amigo consigue su propósito. Al final, este pseudo documental, mas allá de taquillazos y carcajadas con palomitas, trajo como conclusión que cuando alguien atenta de una manera tan frontal contra el concepto de lo políticamente correcto, lo único que obtiene por respuesta es el rechazo o el insulto. Pero muy pocas veces un argumento serio que explique de verdad el por qué de las cosas. Ahora en España, un diario poretarra publica con matices lo mismo que vienen haciendo el resto de medios en los últimos meses. Es decir, los entresijos de una negociación encubierta. Hay una diferencia, y es que la mayoría de esos medios no tienen hilo directo con alguna de las partes implicadas por lo que su merito es mayor. Pero ese debate tendrá que ser en otra ocasión. El caso es que el diario Gara cuenta, entre otras cosas, que Gobierno y ETA pactaron el lenguaje del proceso y que en las reuniones se habló de acuerdos políticos. Es decir, sus informaciones suponen un ataque directo contra el discurso de lo políticamente correcto que el Gobierno ha desplegado desde que su relación con la banda no eran más que rumores malintencionados. Bien pues ahora se exige una explicación y el Gobierno se limita callar, esbozar algún reproche a tanta curiosidad y, sobre todo, dar argumentos insuficientes y planos. Suerte que tienen que ahora la oposición ha retomado eso de la unidad de los demócratas y las preguntas las hace con la boca pequeña. Da gusto esto del consenso y el entendimiento entre PP y PSOE que deja a los ciudadanos sin conocer la verdad. Viva la democracia.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio