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ROJO SOBRE GRIS

¿Objeción o qué?

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura3 min
Opinión18-06-2007

Para un padre de familia la palabra “futuro” tiene un significado especial, que se reviste de responsabilidad, de compromiso y de exigencia personal con uno mismo. En España vivimos una situación de notable gravedad que para muchos padres y madres está significando un volver a tomar conciencia de cuán importante es la educación de unos hijos, el valor de la familia y el de la escuela. Uno se pregunta a veces, cuando escribe y publica, si alguien leerá las letras que deja impresas, si quizás cambiarán el rumbo de alguna vida, el fluir de algún pensamiento; si serán luz para otros... si están cambiando el mundo como pretenden. Una mamá escribía esta semana “Carta de una madre objetora a otros padres” que les invito a leer. La escribió con la esperanza de que llegue a alguien, y despierte el compromiso de otros padres que, como ella, no desean que la negrura y la confusión se ciernan sobre el futuro de sus hijos. La Educación para la Ciudadanía es uno de los grandes conflictos del presente, cuyas consecuencias se prolongarán en el mañana no muy lejano, y que muchas personas, cada vez más, atisban gracias a la iniciativa de quienes se están dejando la piel para explicar las verdaderas perversiones que esconde. El primer problema que presenta esta asignatura tiene que ver con que es el Estado el que impone como obligatorios unos contenidos morales a todos los niños de España, sin distinción, cuando son los padres, y sólo ellos, los que tienen el derecho y la responsabilidad de elegir qué formación moral quieren legar a sus hijos. Ése es el primer punto clave que ha de batallarse respecto de esta situación: el comportamiento totalitario de un Estado que usurpa a las familias este derecho. Independientemente de que los contenidos de la asignatura sean buenos o malos, conformes a la naturaleza del hombre o irrespetuosos con la misma, el Estado no tiene el derecho de imponer moral. A este grave hecho se suma otro: que los contenidos, objetivos y sistema de evaluación de Educación para la Ciudadanía parten de un concepto de hombre que sólo se distingue de una gallina en que su nivel de desarrollo biológico es superior, habiendo dado lugar por tanto a una forma de organización social más compleja, cuyas normas y leyes han de aprender y asimilar acríticamente. Mi Rojo sobre gris esta semana es para todos los que se dedican en estos tiempos a formar e informar sobre los entresijos de esta asignatura, concienciando a los padres de que son los verdaderos protagonistas, de que en sus manos está hacer uso de todos los medios legítimos a su alcance para defender su derecho a la educación moral de sus hijos. Sí: la objeción de conciencia es un medio legítimo. Y quizás pocos puedan ser, hoy por hoy, más eficaces. Si encuentra algo mejor, adelante,. Si no, aquí puede acceder a un formulario e información. Por el presente: por el futuro: http://www.objetamos.com.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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