Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ANÁLISIS DE ESPAÑA

Cuidado con el Plan B

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España21-01-2007

Primero fue el uso de cierto lenguaje ambiguo así como una ligera tardanza a la hora de dar por roto el proceso. Después fue la sucesión de una serie de inoportunos lápsus (según la RAE, falta o equivocación cometida por descuido). No obstante, ha sido la reciente reunión con el lehendakari la que ha terminado por confirmar las dudas sobre las intenciones reales del presidente en torno a la negociación con ETA. El PNV es la puerta que Zapatero ha dejado abierta al “suspendido”, “liquidado” proceso de paz que parecía haber alcanzado su “punto y final” tras el “accidente” de Barajas. No se explica de otro modo el acercamiento preferencial hacia esta formación en el marco del nuevo Pacto Antiterrorista, supuestamente, abierto a todas las fuerzas políticas. De este modo, los nacionalistas podrían ser ese “Plan B” con el que Rubalcaba contestó a los tímidos reproches del ex presidente González. Hasta cierto punto, es comprensible implicar al principal partido vasco en la tarea de acabar con el terrorismo etarra. Sin embargo, este plan B no está exento de riegos. La situación recuerda a la que se dio en torno a la elaboración del Estatuto catalán. Desde luego los ingredientes son los mismos. Alfredo Pérez Rubalcaba dirigiendo las operaciones. En frente una serie de dudosos compañeros de viaje con todas las papeletas para convertirse en el nuevo Artur Mas. El PP contra todo y contra todos. Zapatero con varias fórmulas para solucionar la situación. Y de fondo una sociedad narcotizada de puro aburrimiento. Una ciudadanía que ya no sabe si va o si viene y que ya tan sólo pide un final feliz a toda esta historia. La diferencia es que en este caso no hablamos de algo que dentro de unos años podría verse reducido a la categoría de "papelito". Se trata de más de 800 muertos. Para poner fin a cuatro décadas de terrorismo, el líder del Ejecutivo se ha decantado por un partido que persigue los mismos objetivos que ETA. Difiere en las formas. Mientras los asesinos pegan el tiro en la nuca, el PNV presenta el plan Ibarretxe. Mala señal esa de tener que recurrir al plan B cuando el bueno te ha fallado, sobre todo teniendo en cuenta que la situación ya no es la misma que hace unos meses. Ahora la presión para el Gobierno será doble. Aparte de las posibles presiones de Ibarretxe y compañía, por el otro lado, el Ejecutivo deberá tener presente la advertencia de ETA en su último comunicado. “Si el proceso sufre agresiones, volverán las bombas”. Curiosa manera de entender el alto el fuego. Hasta ahora Zapatero se había escudado en su derecho de intentar a acabar con ETA como el resto de mandatarios. No obstante dos fracasos ya iban a ser muchos para esa sociedad que ya no busca héroes, tan sólo un como sea. Y las elecciones cada vez más cerca. Lo dicho, cuidado con el Plan B.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio