Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

VENEZUELA

Chávez, el presidente más votado de la historia venezolana

Por J. F. Lamata MolinaTiempo de lectura2 min
Internacional07-12-2006

Nadie lo dudaba, Hugo Chávez ha ganado las elecciones. Sus seis millones de votos le permitirán seguir al frente de Venezuela durante la próxima legislatura si no se producen sorpresas -algo de lo que se ha caracterizado su mandato anterior- y, además, con el regusto de ser ya el presidente más votado en la historia de su país.

De acuerdo con el recuento final, Hugo Chávez obtuvo el 61,62 por ciento de los votos (6.200.000), con lo que supera, no sólo sus anteriores victorias, sino incluso los votos obtenidos en su propio referéndum de continuidad (en aquella ocasión tuvo 4.900.000 votos). Su rival, Manuel Rosales, que había conseguido unir en su candidatura a todos los rivales del presidente Chávez (Julio Borges, Teodoro Petkoff y el ex chavista William Ojeda) logro 3.830.000 papeletas. Chávez, el terremoto de Caracas Hugo Chávez saltó a la palestra mundial en 1992 cuando intentó tomar el poder por las armas mediante un golpe de Estado. Chávez pretendía acabar con el régimen democrático tradicionalista -Venezuela ha sido de los pocos países latinoamericanos que mantiene su democracia desde la década de 1940- que, a su criterio, había quedado obsoleto amparándose en sectores nacionalistas e izquierdistas. Aquella intentona fracasó, pero a finales de ese mismo año Chávez ya era el hombre más popular del país según las encuestas. En 1998 le llegó su oportunidad de oro, las elecciones presidenciales, Chávez se impuso a los partidos tradicionalistas, los liberales pilotados por el economista de Henrique Salas y los conservadores que señalaban a la ex miss mundo Irene Sáez. La misma noche electoral Salas y Sáez afirmaron que Chávez planeaba otro golpe de estado en caso de que perdiera, lo que no impidió la victoria de Hugo Chávez, que al año siguiente proclamaba la revolución y fundaba la República Bolivariana de Venezuela. Abanderando un nuevo socialismo de clara sintonía con la Cuba de Fidel Castro, sus maniobras económicas en relación con la nacionalización y el petróleo desataron las iras de la patronal venezolana, las grandes empresas y de Estados Unidos, que además veía con temor que la política bolivariana se “contagiara” a otros países latinoamericanos. El Gobierno de Hugo Chávez aumentó la concentración de poderes en la Presidencia y potenció la figura del presidente. La oposición, dentro y fuera del país, aprovechó ese argumento para difundir la imagen de Chávez como la de un nuevo dictador latinoamericano. Esta “doble oposición” se movilizó en abril de 2002, con un nuevo golpe de estado. El jefe de la patronal, Pedro Carmona, se hizo con el poder. Los gobiernos de EE.UU. y de España fueron los primeros en reconocer aquel débil gobierno que se derrumbó en un día. Tras aquel fracaso, Chávez ha cosechado una victoria electoral tras otra, ya va por la cuarta. Su discurso de la victoria mantenía su estilo: “Hoy le hemos dado una lección de dignidad al imperialismo norteamericano, comienza una nueva era dentro del proyecto de desarrollo bolivariano, que tendrá como fuerza central y fundamental la profundización, ampliación y expansión de la revolución bolivariana, de la democracia revolucionaria, de la vía venezolana hacia el socialismo”. Además, Chávez cuenta ahora con los apoyos de los presidentes electos Evo Morales en Bolivia y Daniel Ortega en Nicaragua así como del dictador cubano Fidel Castro, al que Chávez dedicó la victoria.

Fotografía de J. F. Lamata Molina