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SER UNIVERSITARIO

La Rosa blanca

Fotografía

Por Álvaro AbellánTiempo de lectura2 min
Opinión09-09-2006

“El nombre alemán permanecerá para siempre mancillado si la juventud alemana no se alza para vengar y expiar al mismo tiempo; para aniquilar a sus opresores y construir una nueva Europa espiritual”. Una más, aunque francamente representativa, de las muchas frases que los universitarios fundadores del movimiento La Rosa blanca publicaron a lo largo de varios meses poniendo en jaque a las SS alemanas. Mucha es la bibliografía que se ha publicado con respecto a un grupo de universitarios que se rebelaron contra el régimen nazi en plena guerra mundial. Especialmente, teniendo en cuenta que su eficacia fue muy limitada. Si es cierto que pusieron en jaque a las SS, que dieron ánimos y vida a diversos movimientos de resistencia y que el mismo Hitler envió a su juez popular favorito para asegurarse de que todos serían terriblemente condenados a una muerte ejemplar. También lo que sus “misivas” intelectualmente muy bien construidas y existencialmente emocionales pusieron e jaque a algunos alemanes; y que los británicos, al conocer su existencia, las arrojaron por cientos desde sus cazas para mostrarle a Alemania que parte de su juventud no estaba con ella. Pero el valor de sus acciones no ha de medirse por la “efectividad” de los resultados, sino por la fuerza espiritual que rescataron y que aún hoy cumple su misión. Si Alemania hoy puede redimirse, es porque existió La rosa blanca. Si Alemania hoy puede escribir del nazismo es porque la mejor Alemania, la más preparada, la más comprometida, condenó el nazismo con sus palabras, con sus ideas, con sus acciones y con la ejemplar entrega de sus propias vidas. Los mejores alemanes murieron luchando contra Hitler. Por eso hoy el pueblo alemán puede mirarnos a los ojos. Dos películas narran también esta historia. La interesantísima Sophie Scholl, los últimos días, de Marc Rothemund (Alemania, 2005); y la estrenada en EE.UU en 1982: La rosa blanca, de Michael Verhoeven. Pero un libro las supera a ambas. Querido lector, si de veras quiere saber qué significa ser universitario, métase en la piel de los estudiantes que se alzaron contra Hitler. Hágalo con una lectura sencilla, ágil, y emocionante, pero también profunda y conmovedora: La Rosa Blanca: los estudiantes que se alzaron contra Hitler, de J. Mª García Pelegrín, en Libroslibres. Si aún le quedaba un poco, este libro acaba pronto con cualquier resquicio del síndrome postvacacional.

Fotografía de Álvaro Abellán

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Doctor en Humanidades y CC. Sociales

Profesor en la UFV

DialogicalCreativity

Plumilla, fotero, coach