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SER UNIVERSITARIO

Vacaciones a lo ZP

Fotografía

Por Álvaro AbellánTiempo de lectura3 min
Opinión09-09-2006

El INE nos ha recordado este verano que casi la mitad de los españoles (44 por ciento) no puede permitirse viajar en vacaciones. “¡Tenemos derecho a viajar!”, bufarán algunos exaltados muy al estilo de ZP -fomentar la imbecilidad es un arma de doble filo-. Y como ZP no puede desoír a sus fieles -esos que creen que uno tiene derecho a ser feliz y que los simios tienen más derechos que los embriones-, se ha puesto manos a la obra y ha probado una solución con su propia familia: Que queremos darnos un caprichito y sale un poco caro… pues… ¡que pague el Estado! Primera alternativa para ahorrar pasta: mezclar el trabajo al servicio de los españoles -y pagado por los españoles- con las vacaciones. El penúltimo fin de semana de julio, una hijita del presidente tenía que viajar al Reino Unido para seguir un curso de inglés. Allá que se fue toda la familia en un avión Falcon de 11 plazas del Ejército español. El presidente aprovechó para alojarse en la Embajada española en Londres, que también sale gratis. Igual que empezó el verano, lo termina: el último sábado de agosto, Zapatero viajó a Berlín en avión oficial para ver cantar a su esposa en el coro la ópera Don Chisciotte. La excusa: la visita era oficial porque había sido invitado al acto por la fundación Barenboim-Said. Así dicho, parece incluso que aceptar la invitación era algo así como política cultural internacional, pero resulta que vinculados a la fundación Barenboim-Said están personajes como Manuel Chaves, la propia esposa de ZP, Felipe González y otros altos cargos socialistas. Vamos, que todo queda en casa. Entre el primer y el último ejercicio de cinismo económico, la esposa del presidente tuvo en exclusiva y para su seguridad, durante sus prácticas de buceo, a la única patrullera disponible en Lanzarote para el control de la inmigración. Así cuadra perfectamente que sólo durante el mes de agosto -tiempo del buceo presidencial en la isla- llegaran a Lanzarote el doble de inmigrantes ilegales que durante todo 2005. Aunque esos datos de inmigración son casi extrapolables a todas nuestras costas, nos podemos hacer una idea de cómo gestiona ZP los recursos de nuestro país; y de cómo el efecto llamada de Caldera ha superado todas las marcas. Pero si agosto no es suficiente, y el resto del año también conviene darse caprichitos, ahí van unos cuantos: los 45 millones de pesetas invertidos en rodear de luz perimetral la piscina, rodearla de madera de teka, acondicionar una cancha de baloncesto y todas esas cosas que prometió cuando, recién llegado al gobierno, dijo: “Pido austeridad en el ejercicio del poder”. Parte de esa austeridad son también sus nueve cocineros, siete camareros y aproximadamente unas 200 personas entre seguridad, servicios y personal de la casa, de los cuales más de un centenar ya acompañaron a ZP al veraneo del pasado año. “¡Vamos!”, dirá alguno, “¡cómo se va a ejercer bien de presidente sin la presencia constante de nueve cocineros!”. Ya lo ha dicho Jordi Sevilla: “Zapatero no es como los demás”. Me temo que, al final, el Estado -con nuestro dinero-, que ha pagado los caprichos de SuperZP, no ayudará a esa mitad de españoles, ¡pobres mortales!, que no han podido permitirse ni una semana de vacaciones en la sierra.

Fotografía de Álvaro Abellán

$red

Doctor en Humanidades y CC. Sociales

Profesor en la UFV

DialogicalCreativity

Plumilla, fotero, coach