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EMPRESAS

La CNE da ¬luz verde¬, aunque con restricciones, a la OPA de E.ON

Por Elena De Román MartínTiempo de lectura2 min
Economía29-07-2006

La batalla por Endesa ha llegado a su fin, pero sólo momentáneamente. Después de un largo debate, la Comisión Nacional de Energía (CNE) ha aprobado la compra de la eléctrica por parte de la energética alemana E.ON, aunque, eso sí, con algunas restricciones. La traba más importante es la que obliga a la empresa germana a vender el 15 por ciento de los activos que la eléctrica española posee en el mundo, lo que significa, aproximadamente, el 30 por ciento de la potencia en España.

Este porcentaje de Endesa en el mercado español, unos 7.000 megavatios, corresponde a la central nuclear de Ascó I (Tarragona) -la única que pertenece por entero a la eléctrica-, a las plantas que utilizan carbón nacional (posiblemente Compostilla y Andorra) y a la generación insular y extrapeninsular (Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla). Asimismo, la CNE podrá obligar a E.ON a vender Endesa si durante los próximos 10 años un tercero compra, directa o indirectamente, más del 50 por ciento del grupo energético alemán, según el acuerdo del consejo de administración del organismo regulador. Para que E.ON pueda cumplir las condiciones impuestas por la CNE, deberá ceder a otros socios españoles la gestión de las centrales nucleares en las que participa Endesa: Santa María de Garoña, Almaraz I y II, Ascó II, Vandellós II y Trillo. Además, E.ON tendrá que garantizar las inversiones comprometidas por Endesa en las actividades reguladas (transporte y distribución de electricidad y gas), lo que exigirá asumir los ratios de endeudamiento fijados por la CNE. Estas condiciones no parecen frenar al gigante alemán, que ha señalado que no ve “justificación alguna” para estas limitaciones y ha reiterado que sigue “totalmente comprometido con la adquisición” y que se “reserva todas las acciones legales a su alcance”. La decisión de la CNE es vinculante, aunque puede ser recurrida ante el Ministerio de Industria y, posteriormente, por la vía de lo contencioso administrativo ante la Audiencia Nacional. Si no hay recurso, E.ON deberá aceptar las condiciones fijadas y la operación tendrá que ser autorizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Una decisión “normal” para el Gobierno Las reacciones no se han hecho esperar. Así, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, ha afirmado que está “convencido” de que las condiciones impuestas por la CNE “respetan la normativa comunitaria” y ha asegurado que le parece “normal” la advertencia de E.ON de reservarse todas las acciones legales a su alcance. El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, ha declarado que el organismo regulador “ha intentado cumplir todas sus obligaciones desde el punto de vista de la legalidad nacional y comunitaria”. Además, acusa al PP de haber emprendido la privatización del sector energético sin desarrollar antes una regulación que garantice el suministro. El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha dado por hecho que E.ON recurrirá ante la Unión Europea y concluye que el ministro de Industria y el presidente del Gobierno “se han vuelto a lucir”. Por su parte, el secretario de política económica popular, Miguel Arias Cañete, considera “abusivas, arbitrarias e injustificadas” las condiciones de la CNE. No obstante, no hay que olvidar a un tercer implicado en esta historia. La OPA de E.ON permanecerá paralizada por el momento, ya que compite con la formulada por Gas Natural, que está suspendida cautelarmente por decisión del Tribunal Supremo. Si finalmente se levantan estas medidas cautelares, la oferta de la compañía gasista seguirá adelante, al igual que la de E.ON.

Fotografía de Elena De Román Martín