ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Remojón
Por Almudena Hernández
1 min
Sociedad16-07-2006
El halo de diversión que acompaña al verano puede tornarse en desgracia. A pesar de la entrada en vigor del carné por puntos, varias personas perderán la vida en las carreteras españolas. Quizás sea, como se ha denunciado recientemente, que los viales no tienen la calidad que deberían para garantizar la seguridad al volante. Aunque la responsabilidad siempre depende del conductor. El verano también es tiempo de esperanza. Centenares de personas aprovechan sus noches largas y estrelladas para lanzarse a la trágica aventura de la inmigración. Mientras los políticos buscan responsabilidades, las pateras y los cayucos siguen intentando desembarcar en la costa española. Algunos africanos logran burlar la vigilancia y quedarse en suelo europeo, aunque el mayor número de inmigrantes llega a través del avión. Al cielo también miran los españoles en busca de más aves infectadas por el H5N1, un virus que tarde o temprano tardará en mutar y contagiar a los humanos. Pero ¿quién le pone puertas al campo mientras las playas y los humedales están repletos de aves? Es como intentar retener el agua entre las manos, pues estamos más preocupados del tipo que vamos a lucir este verano que del pajarraco moribundo en la orilla. Así son las cosas. En la época de las dietas milagro aumenta la obesidad entre los menores, víctimas inocentes del descontrol de valores que viven los adultos. A los niños no sólo hay que enseñarles que hay que guardar dos horas la digestión antes de zambullirse en el agua y que no deben tirarse de cabeza si desconocen la profundidad. El verano también puede significar condenarse a quedar sentado en una silla de ruedas por culpa de un remojón.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo