CRISIS ECONÓMICA
La amenaza de recesión acecha a EE.UU. al caer su PIB un 0,4 %
Por Raquel González2 min
Economía01-11-2001
La economía más boyante del mundo se está llevando pequeños sustos. A los variados problemas que acechan últimamente a EE.UU, hay que añadirle un descenso del 0,4 por ciento en el Producto Interior Bruto (PIB), es decir, el crecimiento interno del país.
Los datos corresponden al tercer trimestre del presente año, a los meses de julio, agosto y septiembre. Si en el próximo trimestre el PIB de EE.UU. volviese a bajar, se consideraría que la primera potencia mundial ha entrado técnicamente en recesión. Esta posibilidad no es muy descabellada puesto que también ha crecido el número de parados y ha disminuido la confianza de los consumidores. Esto quiere decir que la gente tenderá más al ahorro que al gasto de su dinero en bienes y servicios. Se moverá menos capital y será muy difícil la reactivación de la economía, al menos a corto plazo. Bush se ha puesto en alerta y ha instado al Congreso a que se dé prisa en aprobar el paquete de medidas que les presentó en octubre para estimular el crecimiento económico. La reacción de las bolsas no fue tan tremendista como se hubiese esperado, incluso se incrementaron sus niveles. La razón es que aunque la caída del 0,4 por ciento resulta bastante preocupante, se esperaba un descenso aún mayor, en torno al uno por ciento. Con este descenso en el PIB se acaba con la etapa más productiva de EE.UU. económicamente hablando. En diez años la economía estadounidense no ha dejado de crecer, sólo hubo un pequeño descenso en el año 1993, pero que no deja de verse como algo anecdótico. Este crecimiento de tan larga duración ha sido fruto de una medidas económicas consistentes en subidas y bajadas de los tipos de interés para estimular o enfriar la economía. Pero esta medida, manejada por Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, no ha servido tras el cúmulo de acontecimientos que han hecho un poco más débil la economía EE.UU. El enfriamiento económico, magnificado por los últimos sucesos, parece que ya es un hecho.