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SIN ESPINAS

"Imposibles" posibles

Fotografía

Por Javier de la RosaTiempo de lectura2 min
Opinión25-06-2006

El mundo está plagado de buena gente. Lo que pasa es que hacen poco ruido. Precisamente una de las virtudes de la buena gente es la humildad; no van por ahí llamando la atención sino con sigilo, con prudencia, sin querer siempre ganarse la medalla de oro. Sin embargo, aman mucho y bien. Alguna de esa gente que ni mañana ni pasado estarán en las portadas de los periódicos han trabajado mucho para que hoy este periodista pueda dar una buena noticia.: el número de niños que son obligados a trabajar en el mundo ha disminuido un 11% en los últimos cuatro años. Estos datos que muestran una tendencia esperanzadora han sido publicados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que esta semana celebró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Como siempre un grupo de buenas personas que han unido sus voluntades en todo el mundo en contra del trabajo infantil están quitando la razón a aquellos que aseguran que esta lacra siempre nos acompañará. Las estadísticas de su últimpo informe muestran también el hecho de que el descenso está produciéndose en los trabajos más perjudiciales para los niños: prostitución y pornografía entre otras. El número de niños en este tipo de actividades disminuyó en total en un 26%, y en un 33% en el grupo de edad de 5 a 14 años. En términos geográficos, en América latina y el Caribe es donde se ha dado el mayor descenso. En esta zona, el número de niños trabajando bajó en dos tercios en los últimos cuatro años, y ahora apenas el 5% de los niños están trabajando. El menor progreso se ha dado en el África subsahariana, donde el nivel de trabajo infantil todavía sigue siendo alto. La situación es todavía precraría y caeríamos en un optimismo peligroso si negaráramos que millones de pequeños siguen realizando actividades que no les corresponden. De hecho, un gran número de niños todavía siguen trabajando. En el 2004 – el último año del que se utilizan cifras en el informe – había 218 millones de niños atrapados en el trabajo infantil. De estos, 126 millones en trabajos perjudiciales. Decía Edison que el hombre que dice que algo no puede hacerse, será sorprendido por alguien que lo haga. Esta buena gente le está demostrando al mundo que la justicia social con los niños es hoy un 11 por ciento más posible.

Fotografía de Javier de la Rosa