ANÁLISIS DE ECONOMÍA
Ataques por los flancos
Por Gema Diego
2 min
Economía26-06-2006
Es una agonía. Cuando apenas acabamos de superar el golpe de la reforma del sector del azúcar, ya le toca el turno al del vino. No por esperado duele menos. Y no por saber que las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) son y deben ser transitorias resulta el sufrimiento más liviano. El sistema de protección a la agricultura de la UE es único en el mundo. En ningún otro país del planeta los profesionales del campo cuentan con tantas ayudas, seguridad y ventajas a la hora de competir en el mercado. Dicen los países pobres y en vías de desarrollo que esto no es un juego limpio, que no es justo que los poderosos concursen, para colmo, con uno más en el campo. Acabar con la PAC es, pues, cuestión de justicia, pero también supone un destrozo que tienen que afrontar numerosas familias. Un reto similar al de caer a un pozo y volver a salir, al de quedarse sin ahorros por la mala suerte y tener las fuerzas para rehacerse y apostar de nuevo. Un camino en el que, dicen los entendidos, triunfar es cuestión de imaginación y calidad. Con esta nueva Organización Común de Mercado (OCM) del vino, sé que los sindicatos agrarios se quejarán, pondrán el grito en el cielo y pronunciarán –y será verdad- previsiones apocalípticas para numerosos agricultores. Pero alimenta mi esperanza el hecho de que los remolacheros y el Gobierno ya están poniendo soluciones –no sé si suficientes, pero soluciones, al fin y al cabo- a los cambios en el sector azucarero. Ojalá el via crucis del vino concluya con una similar resurrección. Sin embargo, el campo español continuará alerta ante futuros ataques. Es posible que no llegue muy tarde el retorno de la polémica sobre el sector del aceite de oliva.
