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ROJO SOBRE GRIS

Que levante la mano

Fotografía

Por Amalia CasadoTiempo de lectura2 min
Opinión05-06-2006

Que levante la mano quien no desee la desaparición del terrorismo. Que la levante. Una pregunta fundamental cuya respuesta da luz a cómo sería deseable el fin del terrorismo es si para su desaparición se ha de dar algo a cambio a los terroristas. Su baza principal es precisamente ésa: el terror que produce que alguien nos amenace con arrancarnos de cuajo la vida, nuestro don más valioso, o nos la usurpe sin previo aviso para canjearla por unas reivindicaciones que, además, seguramente no compartiremos. Valoramos tanto la vida, nuestra vida y la de los que queremos, que seguramente en algún momento nos habremos planteado si no merecerá la pena “bajarse los pantalones para evitar más carnicerías”. La frase la pronunciaba un camarero mientras servía una tortilla española, aunque no sabemos por cuánto tiempo podrá seguir llamándose así este sencillo manjar de la tierra. Imagínense la escena, por ridícula que pueda parecer: los terroristas han puesto sobre la mesa sus asesinatos, sus condiciones y sus reivindicaciones. Al otro lado de la mesa, a una España maniatada, ciega y sorda, Zapatero le baja los pantalones. En la siguiente escena, España se queda con sus muertos, y los terroristas con España, mientras Zapatero con los artistas de la rosa corren un tupido velo de pétalos blancos. Eso es la paz. Que levante la mano quien crea que eso es la paz. Nadie dice que la cosa sea sencilla, ni fácil de conseguir. Hay mucha información pero hay también una gran falta de criterio. Desconocemos mucho de lo que se está poniendo en juego o se ha perdido ya. Es fácil quedarse en la superficie, y hasta sentirse tentado por el “quizás merezca la pena hasta darles algo de lo que piden” con tal de que dejen de matar. Cerramos los ojos y nos tapamos los oídos cuando el Gobierno actual y el periódico El País aseguran que sentarse con “la izquierda abertzale” –es decir, el brazo político ilegalizado de ETA- es para decirles a los terroristas qué tienen que hacer para que se inicie el proceso. ¡Que levante la mano quien crea los terroristas no saben qué tienen que hacer! María San Gil decía el pasado miércoles: “Con los gobiernos de José María Aznar y el apoyo del Partido Socialista aprendimos que no teníamos por qué darles nada, que matar no tiene premio pero dejar de matar tampoco tiene premio. Y aprendimos a ser absolutamente implacables e inflexibles con quienes cometían asesinatos y actos terroristas. Por qué ahora otra vez tenemos volver a creer que tenemos sentarnos con los terroristas y pedirles que por favor dejen de matar y que a ver qué quieren que les demos a cambio?“. Rojo sobre gris a María San Gil, a su claridad mental, a su verbo firme y ese “en estas cosas se actúa por principios y valores, y no con criterios electoralistas”, a ese no importarle perder unos cuantos o muchos votos porque siempre estarán por encima la ética y la moralidad pública.

Fotografía de Amalia Casado

Amalia Casado

Licenciada en CC. Políticas y Periodismo

Máster en Filosofía y Humanidades

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